Las reacciones de los economistas tras conocer el Paquete Económico 2017 han sido en su mayoría positivas, pues destacan que el cumplimiento del compromiso de reducir gradualmente el déficit fiscal, en este caso a 2.4 por ciento en 2017, envía un mensaje de responsabilidad fiscal a los mercados y en especial a las calificadoras, ya que confirma el esfuerzo realizado por el Gobierno federal por mantener la fortaleza de los fundamentales macroeconómicos.
Alejandro Cervantes, economista senior en Banorte, reconoció que el esfuerzo de consolidación fiscal propuesto para el año siguiente es menor que el de 2016, se podrán alcanzar metas fiscales mejores a las que se habían comprometido, pero sin tener un impacto tan negativo en el crecimiento de la economía.
"Con esta propuesta de paquete económico, consideramos que la calificadora Standard and Poor's (que recientemente modificó la perspectiva de deuda soberana de México de 'estable' a 'negativa'), no degradará la calificación de México y anticipamos que durante su periodo de evaluación de 24 meses, regresará la perspectiva a 'estable'", indicó.
Por su parte, especialistas de BBVA Research aseguraron que en términos generales el Paquete Económico presentado al Congreso es adecuado y que sería suficiente para que la deuda pública como porcentaje del PIB se estabilice el año entrante, al considerar que los supuestos para la planeación del presupuesto suponen un escenario moderado y alcanzable.
"Esto nos hace suponer que la consecución de los principales objetivos (alcanzar un superávit primario y estabilizar la razón deuda a PIB) tiene buena probabilidad, a diferencia de los últimos tres años cuando los supuestos sobre los que se basaron los paquetes fiscales fueron optimistas. Además, consideramos que tanto los ingresos tributarios como no petroleros podrían resultar mejores a lo estimado al cierre de 2017", indicaron los economistas.
Luego de ocho años con un balance económico primario deficitario, lograr en 2017 un superávit económico primario es fundamental, reconocen desde BBVA Research, pues en los últimos tres años, los objetivos planteados no han logrado cumplirse, lo que ha comenzado a llamar la atención de los mercados y las agencias calificadoras.
Por esto mismo, conseguir un superávit primario sumado a una eventual reducción a partir de 2018, constituyen elementos indispensables en un contexto en el que los incumplimientos de los últimos años restaron flexibilidad a las finanzas públicas.
Para Joan Enric Domene, economista de Banco Invex, se aprecia un importante esfuerzo de consolidación fiscal para encauzar las finanzas públicas y reconoció que si bien el programa de austeridad se basa en un escenario realista, eso disminuye el potencial de decepción ante una desviación respecto al escenario base, que ha sido el deterioro de las finanzas públicas en los últimos años, junto a un escenario adverso, lo que requiere un mayor esfuerzo del gobierno.