A cinco años que se anunció la construcción de la refinería de Tula, en Hidalgo, aún no ha iniciado y no se tienen recursos destinados para ello.
El único proyecto registrado ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) es un "estudio de preinversión para un nuevo tren de refinación en Tula, Hidalgo".
Lo anterior, de acuerdo con una solicitud de información realizada por EL FINANCIERO a través del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai) a Pemex Refinación para conocer el grado de avance de la construcción, al que respondió que no hay presupuesto autorizado y por lo tanto no hay datos de avances en la construcción.
"Derivado de las restricciones presupuestales establecidas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no se autorizó la etapa de construcción de la Nueva Refinería y por tanto no se dispone de información relativa a los avances de construcción".
Sólo en la fase de estudio aprobada, el organismo ha gastado un total de 2 mil 564 millones de pesos entre el año 2009 –cuando fue autorizado el proyecto– y agosto de 2014.
Se detalla que se erogaron 44 millones de pesos en 2009; 150 millones en 2010; 62 millones en 2011; 281 millones en 2012; mil 639 en 2013 y 388 millones hasta agosto de este año.
Lo presupuestado eran montos mucho mayores, casi tres veces más grandes, pues asciende a 6 mil 138 millones de pesos. Además de un proyecto detenido que sigue recibiendo recursos, algunos de los montos que ha reportado Pemex a otras autoridades no cuadran.
Por ejemplo, el jueves 15 de mayo en el reporte que la ahora empresa productiva del Estado envió a la Securities and Exchange Commission (SEC), autoridad regulatoria y financiera de Estados Unidos, el presupuesto para el proyecto en 2014 es de 3 mil 714 millones de pesos.
En el reporte de la SEC, la inversión en la planta viene en el renglón catalogado como "New Refinery at Tula" (Nueva refinería en Tula).
La petición de este diario fue específica en señalar los montos presupuestados y erogados para el mismo proyecto, sin embargo, el resultado fue completamente distinto, para el mismo periodo, 2014, se reportaron 796 millones de pesos.
Cabe señalar que buena parte del dinero se destinó a los planes de ingeniería de este nuevo tren de refinación, cuyas posibilidades de construcción cada vez son menores.
Incluso al preguntar las razones del retraso del proyecto que se proyectaba concluiría su construcción en seis años, la respuesta fue que "derivado de las restricciones presupuestales no se ha contado con la disponibilidad de recursos para continuar con el desarrollo de la Nueva Refinería".
Una prueba es que la tasa interna de retorno (TIR) de la nueva planta está calculada en 13.4 por ciento, mientras que reconfigurar la que ya ha sido construida tiene una TIR de 19.4 por ciento, según Pemex Refinación.
Arturo Carranza, analista de Solana Consultores, explicó que es por ello que la estrategia de Pemex ha cambiado pues el énfasis ahora no está en la construcción de más infraestructura, sino en la modernización y reconfiguración de las refinerías que ya se tienen.
"Ahora se van a orientar a la modernización de las plantas que ya existen, a la modernización y reconfiguración de plantas porque ahora la construcción de nuevas plantas no es un prioridad", enfatizó Carranza.
A medida que pasa el tiempo va aumentando el costo de la construcción que se estimó inicialmente en 10 mil millones de dólares o 130 mil millones de pesos, aproximadamente.
"El costo en la medida que van aplazando la construcción, va aumentando y hoy el costo es mucho mayor y también hay que entender que el mercado de refinación es regional y depende mucho de la capacidad adicional que se vaya construyendo en Estados Unidos y en Asia", declaró Carranza.
SIN REPERCUSIONES
A falta de evidencia que Pemex vaya a construir en algún momento la refinería, no parece haber repercusión sobre los funcionarios involucrados en la decisión de instalarla por el gasto hecho hasta el momento.
"Lo ideal sería que se construyese, pero finalmente a lo imposible nadie está obligado y si no hay recursos, ¿Cómo le haces?", indicó Javier Zenteno Barrios, socio del bufete jurídico Zenteno, Lira y Abogados, especializado en derecho energético.
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