Aún con la reciente alza, para que sea posible empezar a importar gasolina por parte de empresas privadas, así como instalar marcas de franquicias como Chevron, Texaco, o Puma, aún es necesario que el precio del combustible en México aumente un 15 por ciento adicional, estimó un análisis de la firma Wood MacKenzie, dedicada a la consultoría en el sector energético con sede en Houston.
"Nuestro análisis resalta que los precios de la gasolina necesitan incrementarse en al menos 15 por ciento para proveer los incentivos suficientes para que nuevos jugadores entren al mercado. Al incrementar los precios máximos antes de que la transición (a precios libres) empiece, el Gobierno está tratando de reducir la volatilidad cuando el precio sea liberalizado", señala Wood Mac.
Los nuevos jugadores del mercado gasolinero mexicano, que quedará completamente abierto a finales de 2017, competirán especialmente en el transporte y la exposición que tengan sus costos al tipo de cambio.
"Con el efecto de altos impuestos a las importaciones ya incluido en la fórmula de precios máximos de 2017, la competencia en precios entre los jugadores hacia delante estará altamente determinada por qué tan eficientes son los jugadores en transportar el combustible, así como por que tanto les pega el tipo de cambio", enfatizó la firma.
Para Ramses Pech, analista de Caravia y Asociados, si bien están listos todos los incentivos legales para que llegue inversión extranjera a este mercado, la imagen que dio México en la última semana a nivel internacional claramente no es positiva.
"Tiene que venir inversión privada para mejorar el mercado, pero si Pemex que es el que transporta y almacena mandó un comunicado que por favor no bloqueen las terminales, ¿qué mensaje estamos dando nosotros como nación?, pues no vengas aquí porque todo mundo te bloquea", indicó Pech.
El mensaje para los inversionistas debería ser el contrario, agregó.
"Lo único que se está creando es una incertidumbre para los inversionistas", aseguró.