CIUDAD DE MÉXICO.- El Servicio de Administración Tributaria (SAT) rechazó 8 mil 35 solicitudes que personas morales hicieron para la devolución de saldos a favor del Impuesto al Valor Agregado (IVA) e Impuesto sobre la Renta (ISR) por 75 mil 230 millones de pesos el año pasado.
El número de trámites rechazados aumentó 11 por ciento, en 789 solicitudes más, respecto a 2013, y en términos monetarios el monto refutado fue 4 por ciento mayor.
Los reembolsos negados de IVA representaron 84 por ciento del total y 16 por ciento fueron por ISR, detallan cifras solicitadas por El Financiero, a través del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI).
Los dos principales motivos por los que no se autorizó la devolución de IVA ni de ISR fueron "incumplimiento a requerimiento de documentación o información faltante" e "imprecisión en la determinación del saldo a favor".
Otra razón para no devolver el IVA fue por "constancias de retenciones incompletas o que no corresponden al periodo solicitado". En el caso del ISR fue por "acreditamientos de estímulos improcedentes".
"En ocasiones, las razones de los rechazos no son claras. No dan la posibilidad al contribuyente de aclarar en un proceso natural lo que la autoridad está buscando. Hay poca certidumbre en cuanto a la información que están pidiendo, la manera en que la están valorando, si la información es o no excesiva", comentó Agustín Vargas, socio líder de impuestos corporativos de KPMG.
En otras ocasiones, la información que se solicita no tiene relación con las devoluciones, agregó por su parte Juan Manuel Franco, de la comisión fiscal del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).
AFECTA A PERSONAS FÍSICAS
También se observó un incremento en el rechazo de devoluciones a personas físicas.
En 2013 se negó el reembolso de 462 millones de pesos a 899 personas y en 2014 creció a mil 44 millones de pesos a 16 mil 414 personas, tanto por IVA como por ISR.
En el caso de estos contribuyentes los montos son menores, pero muchas personas, principalmente de bajos recursos, consideran las devoluciones como un monto importante, por mínimo que sea para la economía familiar, explicó Francisco Ceballos, subprocurador de Protección de los Derechos de los Contribuyentes de la Prodecon.
RETRASOS
Además, se observa un claro incremento en los días que tarda la devolución de los saldos a favor.
En el caso del IVA, en 2014 el número de días promedio fue de 36, cuando en 2013 fue de 30 y en 2008 de 24 días. Respecto al ISR, el año pasado la devolución tardó 40 días en promedio, es decir 8 días más que en 2013 y 10 más que en 2008.
En teoría el plazo legal para la devolución de impuestos es de 60 días, pero estos tiempos se están rebasando, señaló Vargas, de KPMG.
Incluso, "hay casos de compañías que llevan esperando un año la devolución del IVA, lo que les representa una descapitalización", detalló Franco, del IMCP.
La situación genera menor dinamismo en la economía, pone en riesgo la sobrevivencia de las empresas, su flujo de efectivo, y sus inversiones entran en "jaque".
Todo modelo financiero considera que el IVA va regresar al flujo de la empresa, lo que permite continuar su operación, explicó Vargas.
Representantes de la International Chamber of Commerce (ICC) y del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), atribuyen los retrasos a una mala administración de procesos y a la falta de fondos para cumplir con las devoluciones.
"De forma sistemática la autoridad ha buscado la manera de retrasar las devoluciones, me parece que, de las razones más importantes, es que no tiene la cantidad de fondos que le gustaría tener para cubrirlas", comentó Luis Nacif, de la ICC.
Para María Ortiz, del CIEP, "en México las devoluciones son mínimas en comparación con la recaudación y esto se puede deber a factores como la restricción en la capacidad de verificación de la administración tributaria, a procesos ineficientes en el manejo de riesgos, a las presiones por el presupuesto y a los procesos pendientes de resolución. Las devoluciones bajaron ligeramente a la par del aumento en la recaudación a finales de 2013 y en adelante".
La solicitud de información excesiva es una carga administrativa extra para las empresas y retrasa la gestión, anotó Juan Manuel Franco, del IMPC.
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