El ministro de Hacienda de Brasil, Henrique Meirelles, dijo que la economía está peor de lo que había esperado cuando se incorporó al gobierno hace una semana.
"Las cifras indican que la situación es peor de lo que estimaba", dijo en una entrevista en Brasilia, haciendo referencia en buena medida al presupuesto federal.
Sin embargo, el actual gobierno que encabeza Michel Temer se encuentra en mejor posición que su predecesor para conseguir la aprobación de sus medidas económicas en el Congreso, dijo Meirelles, y agregó que ahora los brasileños son más conscientes de los sacrificios que es necesario hacer para que se pueda retornar el crecimiento. "El gobierno cambió, al igual que la disposición del Congreso y la capacidad del propio gobierno", dijo.
Meirelles, que tiene 70 años, ha dicho más de una vez que apuntalar las cuentas fiscales y contener el crecimiento de la deuda pública es una importante prioridad para recuperar la confianza en una economía que está sumida en la recesión. Su equipo económico desarrolla una propuesta para reducir las pensiones, y un funcionario dijo esta semana que el gobierno podría vender activos estatales para obtener dinero.
DÉFICIT PRESUPUESTARIO
Los indicios de que el déficit presupuestario brasileño es peor que el pronosticado, sumados a una inflación más alta que la estimada para mediados de mayo, hicieron subir el viernes las permutas de tasas de interés. Los rendimientos pagados por el contrato con vencimiento en enero de 2017 subieron dos puntos básicos, a un nivel de 13.69 por ciento anual.
El Gabinete de Temer también trata de renegociar deuda estatal antes de que la Corte Suprema tome una decisión respecto de cómo deberían los gobiernos locales pagar intereses al gobierno federal. Un fallo de la corte que permitiera a los estados pagar intereses simples en lugar de compuestos privaría al gobierno federal de alrededor de 402 mil millones de reales (113 mil millones de dólares), según algunas estimaciones.
Temer se desempeña como presidente interino desde la semana pasada, luego de que el Senado suspendió de forma temporaria a Dilma Rousseff para someterla a juicio político. Temer le pidió a Meirelles, un expresidente del banco central conocido por doblegar la inflación, que volviera a encaminar una economía que perdió el grado de inversión el año pasado en un contexto de déficit presupuestario casi récord.
El equipo de Meirelles dará a conocer hoy su objetivo presupuestario para 2016, que se estima indicará un déficit antes de pagos de intereses en lugar de un súperavit, como pronosticaba el gobierno anterior. El senador Cássio Cunha Lima, un aliado del gobierno, dijo el jueves que el llamado déficit primario es de alrededor de 200 mil millones de reales.