Durante el cuarto mes del año, Pemex registró mil 485 tomas clandestinas, es decir, un 94 por ciento más en comparación con el mismo periodo pero de 2017 cuando únicamente se tenía el reporte de 763 perforaciones, señaló la petrolera en su informe mensual.
Tal incremento se refleja en el acumulado al cierre del cuatrimestre en el cual la petrolera lleva un total de 5 mil 176 ordeñas, un 49 por ciento por encima de las 3 mil 467 que tenían hace un año.
Con 284 tomas, Puebla lidera la estadística seguido de Veracruz, con 170; Tamaulipas, con 155; Hidalgo, con 151; Guanajuato, con 148, y Jalisco con 146, respectivamente.
En la lista destaca el incremento que ha tenido la Ciudad de México, donde Pemex reportó un total de 74 tomas clandestinas entre enero y abril, cifra superior a las 10 encontradas en el mismo periodo del año pasado.
Al respecto, Álvaro Vallejo, director de Negocios Downstream para el sector Oil, Gas & Chemicals de SGS México, sugirió que con marcadores podría abatirse el problema.
21 entidades federativas reportaron al menos una toma clandestina en abril y siete de ellas superaron el centenar. En todo el año 2008 se reportaron 392, con Veracruz captando el 44 por ciento del total en ese lapso.
Pemex ya no revela información de los municipios que concentran el delito, al clasificar la información como reservada argumentando que el problema surgiría en otras localidades.
"Los marcadores son una tecnología que ayudan a identificar adulteraciones en el combustible; a través de este marcaje se puede analizar en diferentes puntos ese mismo marcador. Es decir, si en el punto A aplicas el marcador y en el punto B analizas el combustible, puedes detectar si hubo alguna adulteración o manipulación", explicó.
En la práctica internacional, cada empresa petrolera o grupo gasolinero trabaja con proveedores que desarrollan esta tecnología.
"Ellos les piden a los proveedores que adecuen la tecnología a su marca para que sea un diferenciador", apuntó.
Sobre si los altos costos en la gasolina son un detonante para que el número de tomas clandestinas aumenten en el país, Vallejo señaló que es más un tema de oferta y demanda.
"Mientras no haya un control en todos los niveles, la mala práctica continuará. Si hay malas prácticas es porque hay demanda independientemente de si está caro o está barato el combustible", concluyó.