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Carreteras al Nuevo Aeropuerto costarán lo mismo que el tren México-Toluca

De acuerdo con estudios del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, el Nuevo Aeropuerto requerirá de 17 obras viales para cubrir la demanda de las personas que llegarán y saldrán de él.

El proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) es tan grande que requerirá una infraestructura carretera para satisfacer a prácticamente el doble de las personas que llegan y salen del actual puerto aéreo (AICM) por taxi o automóvil.

Estudios del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) revelan que a diario 220 mil personas arriban y abandonan por tierra el inmueble actualmente en operación, y que para 2020 -la fecha estimada para el inicio de operaciones de la nueva central aérea- el flujo aumentará 36 por ciento, a 290 mil viajeros, de los cuales 70 por ciento deberá de salir o llegar en autotransporte.

Esto sin contar a los 90 mil trabajadores que llegarán por carretera.

Según estimados de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), las mejoras a las vialidades existentes y la construcción de nuevas para soportar la operación del NAIM requerirán una inversión de 40 mil 241 millones de pesos, equivalentes al valor inicial del proyecto de 58 kilómetros del Tren México-Toluca.

De acuerdo con el GACM, para satisfacer la demanda de transporte por automóvil se requerirán 17 obras promovidas por los gobiernos federal, de la CDMX y del Estado de México.

"Se buscó que estas 17 obras finalmente dieran una solución real, si hablamos de que en su etapa inicial el aeropuerto movilizará en total a 70 millones de pasajeros al año. El tema es cómo lo conectas, que los turistas o quien llegue se incorpore a la zona metropolitana", señaló en entrevista con El Financiero Óscar Callejo, subsecretario de infraestructura de la SCT.

Dentro de las obras que se contemplan realizar, se encuentra la ampliación del Circuito Exterior Mexiquense -en su tramo situado al oriente del NAIM- de cuatro a seis carriles, además de la modernización de 40 kilómetros que van de la misma vialidad del nuevo aeropuerto al distribuidor en Ixtapaluca y la construcción de seis carriles adicionales de la Peñón-Texcoco.

También se contempla la edificación de un viaducto elevado en la Avenida 602, la ampliación y un segundo piso en el Periférico Oriente, la autopista Siervo de la Nación, así como la ampliación de las autopistas Ecatepec-Naucalpan y Pirámides-Texcoco, entre otras.

En su etapa inicial, el nuevo aeropuerto tendrá capacidad para movilizar a 70 millones de pasajeros al año; es decir, 56 por ciento más que los 44.7 millones que se atienden actualmente con las dos terminales del AICM.

"Tiene que ser un sistema que funcione en conjunto con el tren que se espera construir; el éxito de estas vialidades dependerá en gran medida del que obtenga el tren", expuso Edmundo Gamas, director general del Instituto Mexicano de Desarrollo de Infraestructura.

Para Bernardo Baranda, director del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), las soluciones propuestas para el nuevo aeropuerto presentan un riesgo de movilidad.

"Son soluciones del siglo pasado que resultan en congestión vial, mala calidad del aire e inequidad porque se prioriza a una minoría que tiene auto; en ningún aeropuerto que se diga moderno se pone primero la infraestructura vial, luego se mete el transporte público con calzador y resulta en algo ineficiente que no llega al aeropuerto como le pasó al actual", agregó Baranda.

En su estudio titulado "Políticas de Turismo en México", la OCDE señala que el país necesita de un sistema de transporte público amigable con el viajero que porta equipaje e incluyente con las necesidades de personas con discapacidades y gente adulta.


OHL Y PINFRA SERÁN GANADORAS, DICEN EXPERTOS


De acuerdo con analistas, OHL y Pinfra serán de las constructoras beneficiadas con la cristalización del plan de conectividad vial del NAIM.

Además se estima que el 88 por ciento de las obras a realizarse serán financiadas con capital privado.

En el caso de los proyectos de ampliación y mejoras del Circuito Exterior Mexiquense -que opera OHL- se ejecutará una inversión por alrededor de 700 millones de pesos por parte del concesionario, lo cual se resarcirá mediante una modificación al título de concesión en plazo y tarifa.

En ese mismo caso está la Peñón-Texcoco (concesionada a Pinfra), donde se invertirán mil 500 millones de pesos para su extensión.

Las empresas no han revelado detalles sobre las modificaciones a sus títulos de concesión.

"Lo que estamos haciendo es un esfuerzo para que la conectividad del nuevo aeropuerto tenga la menor carga fiscal", agregó Callejo.

Los expertos advirtieron que otro factor a considerar es que se podría encarecer la llegada al nuevo aeropuerto por auto, tanto por su lejanía -al estar 5 kilómetros del actual- como por los peajes.

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