En México la vida promedio de un comercio al nacer apenas alcanza los 6.9 años, casi tres menos que los 9.7 años que sobreviven las empresas manufactureras.
La razón, es que el comercio es el sector que mayor impacto sufre frente a los cambios de tendencias y gustos de los consumidores, según el reporte de Inegi sobre la esperanza de vida de los negocios.
Un ejemplo de esto, son las tiendas Idea Interior, Viana, Blockbuster, Mac'Ma y Edoardos que, aunque gozaron de las mieles del éxito por años, hoy luchan por sobrevivir o en algunos casos constituyen ejemplos de lo que no hay que hacer si se quiere permanecer en el mercado.
"Es muy importante que las marcas se mantengan actualizadas y que no sólo se centren en un producto o en un mercado específico, es necesario que se renueven", afirmó Fernando Álvarez, vicepresidente de la consultora Kantar Millward Brown.
"Solemos ver mercados que están compuestos básicamente por dos grandes grupos, los clientes actuales y los potenciales. La gran mayoría de las marcas solo se enfocan en cómo venderles más a los clientes que ya cuentan. Hay que tener una audiencia más allá de mis clientes, con audiencias como el equipo interno de la marca", recomendó Laurence Newell, director general de la consultora global Brand Finance.
Apenas el pasado 3 de marzo Idea Interior, una firma mexicana dedicada al equipamiento y decoración del hogar que buscaba copiar el modelo sueco de Ikea, entró a concurso mercantil, en etapa de quiebra.
Su negocio se vio afectado por la dolarización de sus productos y las rentas, además de la crisis de vivienderas mexicanas en 2014, que provocó que se vendieran menos muebles.
Idea Interior abrió su primera tienda en 2006 y luego sumó otras 6, que en conjunto representaban 10 mil metros cuadrados de exhibición.
Otro ejemplo fue la legendaria tienda de muebles que nació hace 64 años Viana. La marca desapareció completamente en 2015, luego de que Coppel comprara sus 51 tiendas, pero decidiera sólo utilizar las ubicaciones y desaparecer la marca.
Otro ejemplo similar, es el de Grupo Salinas, que a finales de 2015 relanzó la marca Blockbuster bajo el nuevo nombre de The B-Store. De acuerdo con una fuente cercana a la empresa que solicitó no ser citada, el negocio se volvió insostenible y dado que todos los inmuebles donde las tiendas estaban ubicadas eran rentados, no fue posible reutilizarlos en otros sectores del negocio que preside Ricardo Salinas.
"Eran locales muy chicos dado que eran para otro tipo de mercancía, por lo que no era posible meter otros productos diferentes a películas y videojuegos. A pesar de que aún hay un sector de la población que adquiere películas, porque no tienen acceso a internet o no quieren pagar un servicio de streaming, la visión de la empresa fue quitar este formato", afirmó la fuente.
"El caso de Blockbuster es que no supo adaptarse a tiempo al cambio de tecnología, de un formato físico a uno de streaming que actualmente domina al mercado como Netflix", dijo Laurence Newell, director general de la consultora global Bran Finance.
Otro ejemplo es la productora de galletas finas Mac'Ma, que cotizó en la BMV; sus reportes revelaron que de 2010 a 2012 las ventas netas del grupo reportaron una caída del 84 por ciento.
"Mac'Ma es un caso especial, ya que puede rescatarse con una buena cantidad de inversión y una reestructura para volver a posicionar la marca de nuevo en el mercado, un buen trabajo interno de branding, además de una propuesta de valor", dijo Fernando Álvarez, vicepresidente de la consultora Kantar Millward Brown.
Por su parte Edoardos Martin cerró todas sus sucursales a principios de 2014. Tan sólo del 2012 al 2013, el número de boutiques se redujeron 78 por ciento, pasando de 37 a solo ocho, además de reportar una caída en ventas consolidadas de 49 por ciento anual.
"El caso de Edoardos es especial, ya que el mercado de la moda es muy volátil y su cierre ya estaba escrito con la entrada del modelo de negocio del Fast Fahion con marcas como Zara, H&M y Forever 21. Edoardos tuvo el gran reto de la velocidad, en conocer los gustos del mercado, en velocidad de cómo inventariar y velocidad de saber sobre el movimiento del producto en el mercado", explicó Newell.