La depreciación del peso frente al dólar provocó que el turista extranjero que llega a México gastara en 2016 prácticamente lo mismo que un año antes.
Según datos del Banxico, el gasto promedio del viajero extranjero que ingresó al país se ubicó en 826.9 dólares el año pasado, una mejora de apenas 0.4 por ciento respecto al 2015 y menor en 2.8 por ciento frente al correspondiente al 2014.
"Los destinos mexicanos son baratos para los extranjeros. En comparación con lo que se tiene en otros lugares como Europa, México es más barato un 25 por ciento y por eso hay un gasto menor y que no crece, además ahora con el dólar caro usan menos dólares para consumir lo mismo", explicó Armando Bojórquez, presidente de la Confederación de Organizaciones Turísticas de América Latina.
El peso mexicano se depreció 22.2 por ciento durante 2016, según cifras del Banxico.
Para Miguel González, académico de la Facultad de Economía de la UNAM, los destinos mexicanos carecen de atractivos para hacer que los viajeros gasten más allá de los hoteles y boletos de avión. Faltan parques de diversiones, esto además implica la generación de empleos, agregó el académico.
Empresas