Indecolor comenzó su historia dentro de un garaje, ahí Felipe Samario y su hermano José Otilio pasaron tres semanas tratando de producir pintura amigable con el ambiente, a base de poliestireno.
Seis años después, ese experimento es la base de una empresa que facturó 20 millones de pesos y vendió 50 mil litros de pintura en el 2016.
Tras operar un negocio familiar de solventes y plásticos, los fundadores de la nueva empresa se percataron de que sólo el cartón y las latas tienden a ser recicladas, mientras que el poliestireno, una resina sintética con la que se fabrica el unicel y otros materiales, es desechado antes de un segundo uso.
"El reciclaje era una gran oportunidad porque hay muchos materiales que se desechan y no se cuidan por la falta de cultura y la falta de utilización", contó el fundador la empresa en entrevista para El Financiero.
Actualmente la compañía cuenta con productos como resina, esmalte, impermeabilizante, pintura vinílica y están por lanzar al mercado una especializada en el negocio automotriz.
De acuerdo con Felipe Samario, además de utilizar desechos plásticos como materias primas, los productos contaminan menos debido a que están compuestos en su mayoría por agua y no por solventes, como los artículos convencionales.
La empresa, cuyo principal cliente es el sector industrial, abrió su primera tienda en octubre del año pasado y a la fecha ya cuenta con cuatro unidades.
Entre los planes de Indecolor está comenzar a utilizar agua de lluvia en la elaboración de sus productos y aumentar en 50 por ciento en ingresos este año.
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