El próximo 1 de abril, Andrés Fabre cumplirá un año de haber asumido la dirección general de Aeromar con el firme propósito de reposicionar a la aerolínea que en la última década perdió más de la mitad de su participación en el mercado nacional.
Fabre, quien estudió administración turística y cuenta con una maestría en finanzas, ocupó en el 2011 el cargo de director general de Aviacsa, año en que esa aerolínea chiapaneca dejó de volar por problemas financieros, además que de 2008 a 2010 fue el director de operaciones de Volaris.
En entrevista con El Financiero, el ejecutivo reconoció que en contraste con el crecimiento del mercado, Aeromar se estancó, lo cual provocó que perdiera presencia en el sector.
Sin embargo, explicó que desde que llegó han logrado un incremento de 10 por ciento en el número de viajeros atendidos y que esperan un avance de entre 30 y 35 por ciento en pasaje este año, meta que lograrán con tres estrategias.
La primera es la renovación del 100 por ciento de su flota de aviones de turbohélice (contraídas a crédito) los cuáles serán 42 por ciento más espaciosos y consumirán 40 por ciento menos combustible, lo que permitirá a la empresa ahorrar costos e incrementar ingresos con el movimiento de pasajeros. Actualmente la antigüedad promedio de la flota es de 15 años.
Además, la aerolínea tiene la opción de comprar otros seis aviones con una inversión adicional de 161 millones de dólares.
"Esperamos que ocho aviones se sumen antes de finalizar la primera mitad de este año, además se trabaja en la inversión de Grupo Sinergy (holding de Avianca) que se concretaría en la primera mitad de 2017, serían 100 millones de dólares o hasta el 49 por ciento de la empresa (Aeromar)", agregó Fabre.
El segundo eje de acción de Aeromar es mejorar la comunicación con clientes objetivo (vía programas de lealtad y promociones especiales) y el tercero, la apertura de rutas en destinos que no son de negocios.
"Estamos cambiando el tono de comunicación con nuestros clientes al ampliar los alcances a mercados menos tradicionales para Aeromar. Estamos haciendo un cambio cultural al interior siguiendo varios ejes de transformación comercial", comentó el CEO de la aerolínea.
"La empresa debe implementar los cambios bien. Depende de que lo haga porque en el entorno donde se desenvuelve podría terminar con problemas financieros graves, las nuevas empresas la metieron en aprietos", añadió Valdés.
En 2016, Aeromar atendió a 540 mil pasajeros, 50 mil menos de lo que mueve Aeroméxico en un mes dentro del mercado internacional.
PIERDE PRESENCIA EN EL MERCADO
En 2006, Aeromar llegó a tener 2.9 por ciento de participación dentro del mercado de viajeros en México, sin embargo, 10 años después ese porcentaje se redujo a 1.2 por ciento, por debajo del 1.4 por ciento que ya tiene Transportes Aéreos Regionales (TAR) con apenas tres años de operación en el país.
Dicha reducción equivale a haber desatendido aproximadamente 350 mil pasajeros por año en promedio.
Según datos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), de 2006 a 2016 Aeromar registró una tasa de crecimiento promedio anual de 0.1 por ciento en pasaje, mientras que el resto de las empresas nacionales observaron en promedio un aumento de 6.4 por ciento.
"La misma competencia en el mercado ha perjudicado a Aeromar, porque ni siquiera las rutas que opera presentan saturación. Creo que también influye que la gente prefiere viajar en aviones tradicionales (con turbinas), pero esta es una estrategia que podría aprovechar Aeromar porque las aeronaves que opera son propias y esto le permitiría ofrecer tarifas más bajas", opinó José María Flores, analista de Ve por Más.
Según un sondeo de El Financiero, Aeromar ofrece tarifas en promedio 160 por ciento más elevadas que VivaAerobus en rutas comparables, 80 por ciento más altas que Volaris y 14 por ciento superiores a las de Interjet. Sólo frente a Aeroméxico son 15 por ciento más accesibles.
Esta situación le ha restado competitividad en el mercado.
