Los siete descarrilamientos de ferrocarriles debido al sabotaje de los trenes de Ferromex-Ferrosur, subsidiaria de Grupo México Transportes, han provocado que la compañía tenga pérdidas por 312 millones de pesos.
El último de los incidentes ocurrió el pasado sábado 19 de mayo, en la ruta que va de Puebla a Veracruz, donde un grupo no identificado cortó las mangueras de los frenos del tren, el cual transportaba trigo.
En un comunicado enviado por Grupo México a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la empresa detalló que, de esa cifra, 130 millones de pesos correspondían a ventas perdidas, 171 millones de pesos a dinero usado en reparación de vías, locomotoras y carros, mientras que 11 millones de pesos provienen de la sustracción de bienes de los trenes.
La empresa abundó que el impacto de los costos de estos sabotajes sería mitigado parcialmente por la recuperación vía seguros.
"Reiteramos nuestro compromiso de seguir brindando un servicio seguro y eficaz con más de mil 700 guardias privados y un área especial dedicada al monitoreo y prevención de robos", indicó Grupo México Transportes en su comunicado a la Bolsa.
La firma añadió que colabora en estrecha coordinación con el Ejército, la Marina, Gendarmería y la Policía Estatal para evitar estos incidentes.
La semana pasada, en entrevista con El Financiero, Lourdes Aranda, directora de relaciones gubernamentales y comunicación de la compañía, apuntó que el saqueo del sábado pasado provocaría desabasto a porcicultores y productores avícolas de Puebla, además de afectar la exportación automotriz en el Puerto de Veracruz.