A pesar de los beneficios que pueden obtenerse, el reciclaje de residuos se desaprovecha en México, ya que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) apenas se reutiliza el 11 por ciento de las 86 mil toneladas de basura que se generan al día en el país.
El mercado del reciclaje en México tiene un valor potencial de 3 mil millones de dólares, con un crecimiento promedio anual del 10 por ciento, de acuerdo con estimaciones de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac).
Uno de los problemas que se enfrenta en México, es que la infraestructura no es suficiente para procesar y reciclar toda la basura generada en las ciudades, a pesar de ser un negocio sumamente lucrativo, señaló David Bonilla, investigador de la UNAM.
"Para que tú puedas reciclar y agregar un valor al producto, primero tiene que haber un compromiso de empresas que estén dispuestas a comprar los materiales reciclados, después debe de haber la infraestructura para reciclarlos, la inversión y la disponibilidad del material acopiado", comentó Jaime Camará, director general de Petstar y presidente de la Comisión de Comunicación de la Anipac.
Un ejemplo son los plásticos, donde se da el caso que los materiales reciclados se venden a precios iguales o inferiores a los insumos vírgenes, a menos que las condiciones del mercado reduzcan demasiado los costos de éstos, explicó Camará.
Coca-Coca Company estima que a julio de 2015 con la utilización de materiales reciclados en sus procesos de fabricación a nivel global, se pudo producir el equivalente a más 743 mil barriles de petróleo.
Mercados como el europeo o el estadounidense, con tasas de reciclaje superiores al 40 por ciento, tienen un valor de más de 70 mil millones de dólares y con crecimientos sostenidos del 11 por ciento en promedio anual. Promotora Ambiental (PASA), que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), y Proactiva, en la que la hoy alicaída ICA tenía participación accionaria, dedican sus esfuerzos a la recolección, tratamiento y reciclaje de residuos, los cuales posteriormente comercializan e incorporan nuevamente al proceso productivo.
En 2015, PASA generó ingresos superiores a los 3 mil millones de pesos, y al cierre del segundo trimestre de 2016 su negocio de manejo de residuos creció 10.2 por ciento, respecto a igual periodo de 2015, al facturar 851 millones.
"El negocio del pepenaje podría ser enorme en México, pero el gobierno no lo subarrenda", comentó Juan Carlos Minero, director de inversiones de Black Wall Street Capital Partners.
"De acuerdo con la experiencia de PASA, el 76 por ciento de los residuos del mercado potencial fueron generados por casas-habitación en los municipios y un 24 por ciento, por generadores industriales y comerciales. La recolección de los residuos generados por industrias y comercios fue realizada por compañías formales en un 65 por ciento y el 35 por ciento por informales", detalla en su último reporte a la BMV.
Además de PASA y Proactiva, no hay otras empresas de gran tamaño dedicadas al reciclaje de desechos, por lo que el negocio en México queda en manos de municipios y pequeños inversionistas privados, en la mayor parte de los casos, informales.
INVERSIÓN ESCASA
Por cada kilogramo de cartón se pueden obtener, en promedio, hasta 1.50 pesos o máximo 60 pesos en el caso del cobre, de acuerdo con un recorrido de El Financiero por diferentes depósitos de desechos.
Dueños de estos comercios coincidieron en que debido a que la infraestructura para procesar y reciclar es escasa, el negocio se ve limitado. "Es un problema de inversión por parte del Estado y del sector privado, y el primero debería dar la directriz. Si aumentamos el número de plantas de reciclaje de última tecnología, reduciríamos las emisiones, además de evitar los riesgos que supone la combinación de los gases que genera la basura, la industria y los automóviles", dijo David Bonilla, investigador de la UNAM.
Según estimaciones del académico, la inversión requerida para la construcción de una planta de reciclado asciende, en promedio, a un millón de dólares. En el sector informal, el negocio de la basura encontró uno de sus mejores aliados, en el que los comerciantes adquieren lotes de desechos en los centros de procesamiento y rellenos sanitarios, por un precio no mayor a los 600 pesos, y de los cuales, sale mucha de la mercancía que puede ser hallada en los mercados sobre ruedas del país.
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