La entrada en vigor del TLCAN trajo consigo una avalancha de nuevas empresas y mercancías al mercado mexicano a precios más bajos, lo que desplazó a muchas firmas nacionales que no pudieron o supieron hacer frente a la competencia; sin embargo, hubo algunas que sí lograron sobrevivir a la apertura comercial, ya sea con estrategias de crecimiento propias o fusionándose con otras compañías más grandes.
Juguetes Mi Alegría, la empresa fundada en 1956 por el empresario Ángel Algara de Azcué es un ejemplo de las firmas que se adaptaron y perduraron. Esta compañía fabricante de juguetes de ciencia y química pudo hacer frente a la competencia gracias a que consiguió mercacia e insumos más baratos del exterior, según fuentes de la industria.
Zapatería Andrea, nacida en 1973 en la Ciudad de México, también es un caso de sobrevivencia. Hoy existen más de 130 sucursales de su marca en el país y 14 en Estados Unidos.
Asimismo, Calzado Canadá, dedicada a la producción de zapatos para hombre y mujer, fue absorbida por Coppel, una firma mexicana que la opera actualmente.
Los populares cuadritos de dulce suave Sugus, elaborados por la empresa Luxus (antes llamada Nacional de Dulces), también lograron sobrevivir, aunque con muchas dificultades, ya que se vieron presionados en la década de los 90 por la entrada de Winis y otras empresas de confitería al mercado.
Según una fuente de la firma, Winis y otras marcas estadounidenses se introdujeron al mercado con un gramaje y precio más bajos, lo que desplazó a la marca Sugus, aunque todavía se comercializan.