Durante su visita para recorrer las obras de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) acompañando al presidente Enrique Peña Nieto, el arquitecto del proyecto, Norman Foster, explicó los avances y las distintas fases de su creación, a la que definió como una catedral en el espacio, en una entrevista con Leonardo Kourchenko.
"COMO UNA CATEDRAL EN EL ESPACIO"
___ El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México es la obra de infraestructura más importante del país, ¿Qué representa para usted como arquitecto y diseñador?
___ El significado es múltiple y profundo porque se trata del más importante proyecto que contendrá avances en el edificio terminal: un diseño radical, cuya esencia está en su concepto de sustentabilidad; mucho desarrollo y mejora en diseños y conceptos que impulsarán la generación futura de aeropuertos en el mundo, un impulso fuerte a la economía, al turismo.
___ ¿Cómo trabajan equipos en el desarrollo del proyecto desde múltiples ciudades: Nueva York, Londres, México? ¿Quién hace qué? ¿Cómo se organiza las áreas de trabajo?
___ Trabajo en este proyecto desde cualquier parte que me encuentre. En mis viajes, desde otras ciudades. Un equipo de personas está en cualquier parte que se le necesita, y es una práctica común y extendida para construir proyectos de esta envergadura.
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Este aeropuerto contendrá una forma muy fluida de integrar las raíces del edificio, como una catedral en el espacio
Por supuesto hay muchos cientos de profesionales que trabajan de forma coordinada para alcanzar un diseño integrado.
El grupo que conforma al cliente ha sido de gran apoyo y soporte para lograr esa integración.
___ Después de los aeropuertos de Hong Kong y de Beijing, ¿esta terminal aérea incorpora nueva tecnología, innovación en materiales, relación con el medio ambiente o elementos completamente nuevos?
___ Sí, por supuesto. Hemos incorporado una serie de elementos únicos e innovadores por completo. Tradicionalmente los aeropuertos están construidos con columnas rectas que sostienen estructuras superiores, paredes verticales de vidrio y demás. En este proyecto hemos diseñado una piel que cubre toda la estructura y que hace fluir de forma muy natural el aire, la luz. A medida que esta piel exterior desciende desde alturas de 10 hasta 40 metros de altura, proporciona aire, luz e iluminación natural. Se trata de un elemento sustentable, porque además permite reciclar el agua de lluvia. Existe un valor significativo de sustentabilidad en este proyecto.
-Viaducto Millau: Se ubica en Francia y es el puente atirantado más alto del mundo.
-Aeropuerto de Hong Kong: Tiene una altura de 9 metros y dos pistas.
Apple Park: Localizado en San Francisco, EU, albergará a 12 mil personas.
___ ¿Cómo ha sido su experiencia al trabajar con un arquitecto mexicano? ¿Qué nivel de entendimiento o de comunión –si me permite- ha tenido con Fernando Romero?
___ Quería trabajar desde hacía tiempo con un joven arquitecto que inyectara energía, talento, experiencia al mismo tiempo, que pudiera incorporar toda esa fuerza a nuestros colegas en el diseño de aeropuertos –ingenieros, controladores, - y debo decirle que hemos construido un entendimiento fantástico. Ha sido una gran experiencia y me encuentro muy satisfecho.
___Usted tiene este récord mundial en la construcción del aeropuerto de Hong Kong (1999) de una obra desarrollada, construida y en operaciones en cuatro años, ¿cuándo calcula usted que el nuevo aeropuerto de la CDMX estará operando?
___ Es una respuesta que se está redefiniendo todo el tiempo, porque el proyecto avanza, se definen detalles, se ajustan estrategias. Más tiempo que los especialistas van incorporando al programa. Es difícil establecer una fecha específica, pero estará listo cuando todo esté en su lugar. Trabajamos todo el tiempo en ello.
___¿Cuál piensa que será el elemento icónico más destacable del nuevo aeropuerto mexicano?
___El hecho de que toda terminal aérea tiene que combinar de forma muy equilibrada el exterior con el interior. Este aeropuerto contendrá una forma muy fluida de integrar las raíces del edificio, como una catedral en el espacio, integrada plenamente entre el interior y exterior. Será un edificio en total equilibrio en su atmósfera interna y externa, no sólo en términos de paisaje, sino del aire, la luz, el ambiente, la sensación.