La propuesta de Morena para mantener el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), que manejaría sólo vuelos nacionales, y construir pistas en la base de Santa Lucía para operaciones internacionales, no es viable porque no solucionaría el problema de saturación que enfrenta el AICM, aseguró Bernardo Lisker, director internacional del Centro de Desarrollo de Sistemas de Aviación Avanzada del Instituto MITRE.
"Si se implementara el plan de que siga el AICM y se habilitarán unas pistas en Santa Lucía, el problema es que por cuestiones aeronáuticas habría una caída importante en capacidad de vuelos frente a lo que se tendría en Texcoco (donde actualmente se construye el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México)", dijo el experto.
MITRE es un centro de investigación estadounidense sin fines de lucro y especializado en asesoría de aviación, defensa, seguridad nacional y cibernética.
De pasajeros alcanzaría a servir el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en una segunda etapa.
9%
En promedio anual el tráfico de pasaje del AICM en el último lustro y sirvió a 42 millones de viajeros en el 2016.
Desde 2005 Morena propuso como solución al problema de saturación del actual aeropuerto el conservar las instalaciones del AICM para vuelos nacionales y construir una terminal en Santa Lucía -con una o dos pistas- para los internacionales.
La opción sugerida por el partido político era que los dos aeropuertos estuvieran conectados por un tren de alta velocidad para despachar los vuelos de conexión.
Sin embargo, MITRE, que ha dedicado más de 20 años a analizar las alternativas para desarrollar un nuevo sistema aeroportuario que satisfaga la creciente demanda de tráfico aéreo, consideró que la mejor opción era construir el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) en Texcoco.
Desde 2013 el actual puerto aéreo fue declarado saturado, lo que se agravó un año después, ya que de las 6 a las 23 horas se realiza una operación cada minuto.
La solución del gobierno federal, la cual la estudió MITRE desde 2008, contempla en una primera etapa una terminal y tres pistas para atender a 70 millones de viajeros anuales y una segunda fase que subiría el beneficio a 120 millones.
"Texcoco proporciona soluciones a largo plazo para el futuro del aeropuerto", aseveró Lisker.