Renovarse o morir, es un dicho popular que aplica a Nokia, Kodak, Siemens y Fujifilm, empresas que en su momento manejaron productos emblemáticos como los teléfonos del juego de la 'viborita', los rollos fotográficos, teléfonos móviles con reproductores MP3 y material para cámaras, respectivamente, y que transformaron sus negocios para sobrevivir al acelerado desarrollo tecnológico.
La finlandesa Nokia le dijo adiós a la fabricación de celulares al concretar en 2014 la venta de la división a Microsoft. Con ello, puso punto final a la presencia de un fabricante europeo relevante de teléfonos móviles.
Tras la venta de ese negocio por 7 mil 100 millones de dólares, la firma se abocó a desarrollarse como proveedor de soluciones de conectividad tanto para empresas de telecomunicaciones, como para órganos del gobierno.
En México, Nokia es actualmente unos de los proveedores tecnológicos clave de la Red Compartida, el proyecto de telecomunicaciones más ambicioso del Gobierno Federal en la presente administración.
De hecho, fue elegido por el consorcio Altán Redes para desplegar esa tecnología en cinco zonas del país y construir el corazón de la red que incluye el Centro de Operaciones de Red (NOC) y el Centro de Seguridad (SOC).
Efrén Páez, analista de Mediatelecom, Policy & Law, señaló que la característica principal de estas empresas es su enfoque para convertir a los que en otro momento fueron sus productos secundarios en sus principales negocios ante el cambio de la tecnología y mayor competencia.
La marca Nokia está licenciada al fabricante finlandés HMD, quien este año anunció el lanzamiento de dos teléfonos móviles de gama alta bajo el sistema operativo Android.
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La estadounidense Kodak es otra de las firmas que tuvo que adaptarse a la era digital. Aferrarse como fabricante de material fotográfico analógico lo llevó a la quiebra en 2012, luego de mantenerse por más de un siglo como líder en este tipo de productos.
Durante su proceso de reestructura, Kodak firmó con JK Imaging un contrato de licencia de marca, y como parte de ello lanzó dos tablets de la mano de la francesa Archos, quien se encargará de la venta y distribución de estos dispositivos.
Tras esa etapa de recuperación, la firma se concentró en la fabricación de materiales para equipos y servicios del mercado de impresión gráfica.
Radamés Camargo, analista de The Competitive Intelligence Unit (CIU), señaló que la tendencia actual es hacia la transformación, pues si las empresas no incursionan en mercados que antes no habían explorado -a fin de generar mayores ingresos-, es muy posible que se queden fuera de las nuevas tendencias.
"Esto las posibilita a tener una generación más activa de ingresos y poder participar y hacerles frente a esos competidores de los nuevos mercados", comentó.
Otro caso es el de Siemens, la alemana que fabricaba teléfonos celulares a finales del siglo pasado y que ahora está enfocada en manufacturar productos y soluciones para el sector industrial, energético y de salud.
En este último segmento figura la división Siemens Healthcare en la que ofrece productos como sistemas de terapia y diagnóstico de laboratorio, tubos de rayos X y soluciones electromédicas complejas.
Camargo opinó que estas transformaciones tienen un símil con los cambios que se han dado en el mercado de telecomunicaciones en los últimos años, donde empresas que tradicionalmente ofrecían servicios de telefonía ahora brindan internet y contenidos.
Fujifilm es otro de los casos de una compañía que dio un giro ante el avance tecnológico.
Además de mantenerse en el negocio fotográfico con cámaras, papel y productos de imagen 3D, ha entrado al especializado al desarrollar tecnologías que impulsan soluciones, principalmente para sistemas médicos de endoscopia, imagenología, ultrasonido, diagnóstico in vitro y servicio técnico.
Contrario a Kodak, Polaroid supo darle la vuelta al negocio tradicional que mantuvo por décadas con una oferta de productos que apelan a la nostalgia de generaciones y que recuerdan artículos estrella como la cámara de fotos instantánea.
El año pasado la firma estadounidense lanzó dos equipos de este tipo como la que tuvo gran auge en la década de los años ochenta.
Ahora, la cámara llamada Snap es digital de 10 megapixeles e imprime las fotos tomadas al instante.
Además, cuenta con la Snap+ de 13 megapixeles que además de impresiones, tiene una tarjeta para grabar video.
Para Camargo, las empresas deben aprovechar las economías de escala y la experiencia que ya tienen de sus negocios establecidos para ofrecer un plus con sus productos y servicios en los diferentes segmentos en los que participan.