Los cuatro Centros Integralmente Planeados (CIPs) a ubicarse en Palenque, Teotihuacán, Chichén Itzá y Calakmul corren el riesgo de morir antes de nacer, dada la incapacidad financiera del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para fondear los 8 mil 75 millones de pesos para su construcción, advirtieron analistas y empresarios del sector turístico.
Asimismo, señalaron riesgos de sobredimensionar el tamaño de los proyectos y las dificultades jurídicas para autentificar la tenencia de la tierra y la lentitud en la consolidación de los desarrollos por tramitología, lo que podría desincentivar la inversión privada.
Alejando Morones, exdirector de desarrollo de Fonatur, afirmó que planear estos proyectos como CIPs resulta inviable, ya que además de la infraestructura turística que se requiere, es necesario dotar de todos los servicios que demandarán los visitantes.
"Yo creo que Palenque no alcanza los 600 cuartos hoteleros, entonces hay que ver de qué tamaño lo están planteando, si plantean 4 mil cuartos, mi pronóstico es que van a tener un problema muy serio", destacó el exfuncionario.
Con los cuatro CIPs, contemplados en el Programa Nacional de Infraestructura se pretende diversificar la inversión en infraestructura turística de México, hasta ahora dirigida a los destinos de sol y playa.
Sin embargo, el Fonatur cayó en una crisis financiera derivada de la desaceleración económica de 2008 y de la contratación en 2009 de créditos con la banca para el desarrollo del CIP Playa Espíritu, en Sinaloa.
Actualmente, el fondo, que dirige Héctor Gómez, todavía busca reestructurar su deuda por 3 mil 800 millones de pesos.
Otros CIPs tampoco han corrido con buena suerte. El de Loreto, fundado en 1976 en Baja California Sur, no ha podido despegar por la falta de conectividad aérea; mientras que el CIP de Huatulco, en Oaxaca, iniciado en 1984, no ha logrado obtener el número esperado de habitaciones hoteleras, ni los suficientes vuelos para consolidarse, pese a que se ha relanzado en dos ocasiones.
En el 2000 ya se había planteado la creación de un CIP en Palenque, Cascadas de Agua Azul, el cual sería el primer desarrollo ecoarqueológico del país, pero el proyecto quedó olvidado.
Se invirtieron cerca de 30.9 millones de pesos en la dotación de energía eléctrica en la zona, pero cuando el Fonatur y el gobierno de Chiapas iniciaron la compra de reserva territorial detectaron conflictos sociales, derivado de invasiones de comunidades indígenas en algunos terrenos.
Al no resolverse el conflicto, se determinó como inviable que Fonatur realizara inversiones adicionales, señala el Informe de Rendición de Cuentas de la Administración 2000-2006.
Otro de los destinos con problemáticas en tenencia de la tierra es Chichén Itzá. El estado de Yucatán y el INAH han adquirido 179 hectáreas en la zona, pero la familia Barbachano posee un área considerable de tierras con vestigios arquitectónicos, así como un par de hoteles cerca del cuadro principal.
José María Muñoz, coordinador nacional de Centros INAH, advirtió que cualquier tipo de proyecto primero se tendrá que presentar al instituto y éste tendría que evaluar su viabilidad, mientras que en el caso de Palenque y Calakmul, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas tiene que determinar qué se construye, ya que son parte de la reserva de la biosfera.
En Calakmul, la oferta hotelera se ubica a 60 kilómetros del centro y se espera que continúe así, comentó Vania Kelleher, secretaria de Turismo de Campeche.