La presidenta de Brasil podría ser sometida a juicio político como parte de un escándalo de corrupción, la economía está en recesión, el desempleo está aumentando, la moneda se ha derrumbado y las tasas locales de interés han sido infladas para detener la inflación. Lo último que necesita Brasil son tasas más altas de EU también – aun si la mayoría de los brasileños tienen preocupaciones domésticas más apremiantes.
"Es una locura. Brasil ha regresado de nuevo al pasado. Está roto. No podemos ni pensar en un sobregiro o una extensión de crédito", dijo Raúl Shinohara, un ingeniero de 61 años, lamentando que su tarjeta de crédito cobra una tasa anual de 372 por ciento.
"Espero que las cosas mejoren porque si no, esto se va a poner complicado", añadió Maria Lucia Santos de 58 años, una empleada del sector estatal, mientras miraba las vidrieras de las tiendas en São Paulo.
Las empresas brasileñas que emitieron miles de millones de dólares de deuda muestran el mismo pesimismo sobre el prospecto de que el dólar suba más debido a tasas de EU más altas — especialmente cuando la desaceleración de la economía china ya ha hecho caer los precios de los productos básicos. El real brasileño, que ha caído como un tercio este año, es una de las monedas que peor funciona en los mercados emergentes.
"Las empresas siempre alegaban que estaban protegidas contra el alza del dólar", dijo un abogado corporativo en São Paulo que ha trabajado en asuntos corporativos brasileños. "¿Pero están efectivamente protegidas todavía con los precios de los productos básicos donde están ahora, y con el deterioro de flujos de efectivo en sus negocios, y con la posibilidad de que el real caiga a una tasa de cambio de 4 por dólar?"
El real brasileño – actualmente a 3.79 por dólar– no ha caído tanto todavía. La última vez que lo hizo fue en 2002. Pero muchos creen que podría pasar, impulsado por un aumento en las tasas de interés de EU.
"El real probablemente tiene más camino que andar", dijo Erik Norland, principal economista de CME Group, el operador de la bolsa de futuros en Chicago. Si EU llega a subir las tasas de interés en septiembre, "no sería sorprendente que el real haga una movida para poner a prueba su punto histórico más bajo desde el 2002".
Un real más débil pudiera hacer crecer la inflación —actualmente a 9.5 por ciento— y forzar al banco central a mantener sus tasas de interés al 14.25 por ciento. Esto podría ser suficientemente alto para tentar a los inversionistas a que regresen al mercado brasileño, donde pueden ganar una rentabilidad real de 5 por ciento.
Pero es probable que fuerzas domésticas y extranjeras más poderosas, particularmente de parte de China, eclipsen el prospecto de esa rentabilidad y agraven el efecto de las tasas estadounidenses más altas sobre el real brasileño.
"Si China continúa la devaluación ... es probable que contribuya a la presión bajista sobre las monedas de los mercados emergentes", dijo Norland.
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Financial Times