A Steve McQueen le encantaría. Si usted hubiera invertido 100 mil libras (150 mil 494 dólares) en un auto clásico — con suerte un Ferrari — hace 10 años, hoy tendría un valor superior a las 500 mil libras (752 mil 470 dólares).
Los rendimientos obtenidos por respaldar a Warren Buffett — ampliamente reconocido como el mayor inversionista del mundo — palidecen en comparación.
Esas 100 mil libras invertidas en su Berkshire Hathaway en septiembre de 2005 valdrían apenas un poco más de 280 mil libras (421 mil 383 dólares actualmente. Los automóviles clásicos ganan por varias vueltas.
"Hay nostalgia de cuando las personas eran más jóvenes y tenían el afiche del auto en una pared de la habitación", dijo Dietrich Hatlapa, fundador del Historic Automobile Group International, al explicar el nivel de demanda. "Estos automóviles son los boletos de entrada a un estilo de vida ... un pináculo en el extremo superior del sector de la riqueza".
Las exenciones fiscales también juegan su papel. Los automóviles clásicos (y el vino, siempre y cuando se almacene en depósitos garantizados), están exentos del impuesto sobre las plusvalías, pues son considerados un "activo con una vida limitada" por parte de HM Revenue & Customs del Reino Unido.
"Los automóviles clásicos están por las nubes en este momento", dijo Toby Matthews de QualitySolicitors Truemans, un bufete de abogados en Oxford. "Es porque ahora son una inversión segura. Si usted puede conseguir uno de estos automóviles clásicos, va a poder comprar y vender sin ser golpeado por el impuesto sobre las plusvalías".
Sin embargo, para Hatlapa, la pasión es más importante que la exención fiscal. "Es la atracción de esta clase de activos", dijo.
Más de 5,000 automóviles clásicos por un valor total de 1.2 mil millones de dólares han cambiado de dueños durante los últimos 12 meses. "Sólo alrededor de 225 de ésos superaron el millón de dólares, por lo que el rendimiento está en el extremo superior del mercado", dijo James Knight, director del grupo de automovilismo de Bonhams, la casa subastadora.
La relajación de las normas que rigen las pensiones también podría animar a más personas a apoderarse de autos clásicos o vinos. Steve Webb, cuando era ministro de pensiones del Reino Unido en 2014, bromeó sobre la posibilidad de que las personas gastaran sus jubilaciones en un Lamborghini. De hecho, deberían considerar la compra de un Ferrari clásico, dijo Hatlapa. Un Ferrari 250 GTO Berlinetta de 1962 fue vendido en una subasta el año pasado por 38 millones de dólares.
Ni siquiera el oro se le puede comparar. Durante el mismo período de 10 años, 100 mil libras invertidas en el metal precioso — el clásico refugio en tiempos difíciles — valdrían algo más de 310 mil libras.
Las acciones tampoco logran semejantes retornos estelares: 100 mil libras invertidas en el FTSE 100 en el año 2005 habrían alcanzado unas relativamente modestas 161 mil libras a finales de septiembre de este año.
El vino, el arte y las monedas tuvieron una buena década, con un aumento de 243 por ciento, 239 por ciento y 232 por ciento, respectivamente, según el Índice de Inversiones de Lujo Knight Frank.
"Hemos visto grandes resultados para lo 'mejor de lo mejor' en las subastas", dijo Melanie Clore, presidenta de Sotheby's Europe.
Ahora que el mercado del arte de 51 mil millones de euros está en auge, los expertos están en busca de artistas pasados por alto — y subvalorados — del siglo pasado, dijo Martina Batovic, especialista en arte de Bonhams. "Los clientes están ampliamente distribuidos a nivel mundial y son muy exigentes", dijo. "Lo que entusiasma a los coleccionistas es algo nuevo en el mercado que no haya sido visto desde hace muchos años".
También te puede interesar:
El comercio es el arma más poderosa de China
El 'Trumpismo' ya ganó (aunque Trump no sea candidato)
La opción de Macri para Argentina: terapia de choque o cambio gradual
Financial Times