La Casa de Huéspedes Ilustres, la residencia presidencial de Colombia sobre la bahía de Cartagena, era un hervidero de actividad conforme el sol de la tarde se desvanecía sobre el Caribe. Los camareros ocupados poniendo las mesas en el elegante jardín ahuyentaron un grupo de loros azules, mientras que, detrás del edificio, marineros colombianos en prístinos uniformes blancos ensayaban sus saludos y ejercicios. Marchaban enfrente de las banderas de Chile, México, Perú y Colombia, los miembros fundadores de la Alianza del Pacífico.
Los líderes de los cuatro países estaban programados para llegar en breve y brindar por el acuerdo comercial, en una reunión convocada por su anfitrión, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
Ese mismo día, durante una cumbre presidencial hace poco más de un año, ellos habían acordado eliminar más de 90 por ciento de los aranceles de los bienes y servicios en un intento de unificar la alianza, lanzada oficialmente el pasado mes de junio.
"Creo que no ha habido un proceso de integración en el que se hayan tomado decisiones tan rápidamente como lo ha hecho la Alianza del Pacífico", dijo el Sr. Santos, vistiendo una guayabera de lino almidonada que es lo adecuado para el clima tropical de esta parte de Colombia.
Para él, el proceso de integración era natural, porque los miembros fundadores "tienen una visión común sobre la forma de gestionar sus economías, actitudes comunes respecto a la inversión extranjera, el papel del mercado en la economía y el respeto a la propiedad privada".
Esta visión los ha ayudado a alcanzar un PIB combinado de más de 2 billones de dólares – aproximadamente el 40 por ciento del PIB total combinado de América Latina – dándole a la Alianza del Pacífico un lugar entre las 10 economías más grandes del mundo.
"Estamos generando sinergias, generando fortalezas", sostiene Santos, quien fue ministro de comercio exterior. La alianza puede ser buena para Colombia, ya que el país andino está buscando ingresar en la OCDE junto a Chile y México, que ya son miembros.
"El único que faltaría será Perú, y le estamos animando a unirse también", añade el presidente.
Aunque el Sr. Santos cree que la Alianza del Pacífico es "un proceso de integración que implica la disminución de las restricciones (al comercio), la inversión y el movimiento entre los países miembros y el fortalecimiento de los mercados globales", también hace hincapié en que están "profundizando la integración", un proceso que "va mucho más allá del libre comercio".
Mientras que la alianza se centra en mercados abiertos, parece que los miembros fundadores también buscan estrechar aún más sus lazos. Su objetivo se parece al del tratado europeo de Maastricht, que allanó el camino hacia una integración política más estrecha entre los miembros de la UE, en lugar de limitarse a la formación de una zona de comercio.
El presidente de Colombia resalta, por ejemplo, que ya han establecido embajadas y delegaciones comerciales conjuntas en África, Asia y el Cáucaso. Se han estandarizado los títulos universitarios y se permite una mayor circulación de las personas entre las cuatro naciones.
"Tenemos la intención de llegar lo más lejos posible", dice el Sr. Santos, señalando a los flujos turísticos entre su país y México. Han crecido en un 35 por ciento desde que se eliminaron los visados de entrada.
Santos sostiene que los miembros están considerando la creación de un fondo común para invertir en infraestructura. "Estamos estudiando también la posibilidad de uniformar el precio de los medicamentos a través de las fronteras", como un paso más hacia la mejora de las vidas de los ciudadanos de los cuatro países.
Todo acuerdo, sin importar cuán atractivo, tiene sus límites. No hay ningún acuerdo de seguridad a la vista, a pesar de una serie de conflictos en tres de los estados signatarios. México y Colombia, en diferentes grados, son fuertemente afectados por la violencia generada por las drogas. Perú es la nación con mayor producción de cocaína en el mundo.
Al mismo tiempo, Chile está en una posición más afortunada y tiene "diferentes necesidades de seguridad que las de Colombia y México".
El presidente no descarta que un acuerdo de seguridad entre los cuatro países pudiera suceder. Sería un paso más hacia una mayor integración, sostiene que: "están abiertos a cualquier posibilidad".
En una reciente visita a Washington de una delegación del Ministerio de Defensa de Colombia se llegó a una "propuesta para una reunión" de ministros de defensa de los cuatro miembros de la alianza, además de Costa Rica, que está en pleno proceso de convertirse en miembro. EU y Canadá son miembros observadores del bloque.
En el frente de la seguridad interna, el Sr. Santos ha abierto conversaciones de paz con los rebeldes marxistas que podrían poner punto final a cinco décadas de conflicto.
Algunos analistas, entretanto, creen que la consolidación y expansión de la alianza podría generar fricciones con la coalición regional de Mercosur que está dirigida por países más proteccionistas, como Argentina y Brasil.
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