En la Feria de Electrónica de Consumo (CES, por sus siglas en inglés) anual, hubo pocos problemas para los cuales la solución por parte de la industria tecnológica no fuera "más tecnología".
Mientras que los fabricantes de dispositivos electrónicos esta semana llegaban a Las Vegas para su mayor exposición anual, el momento no pudiera haber sido peor para dos accionistas de Apple -que, en conjunto, poseen cerca de 2 mil millones de dólares de las acciones del fabricante del iPhone- para lanzar una campaña activista sobre la adicción a la tecnología y la salud de los niños.
Peor aún, los inversionistas convirtieron un problema social que había estado ganando impulso durante el año pasado en una amenaza para los precios de las acciones, argumentando que la "salud a largo plazo" de los jóvenes y de la sociedad está "inextricablemente vinculada" a la "viabilidad a largo plazo" de las compañías como Apple.
Hacer que el tema abruptamente retornara a los titulares justo cuando la CES se ponía en marcha sorprendió a la industria. A diferencia de la inteligencia artificial (IA), de los robots o de la realidad virtual (RV), la adicción digital difícilmente fue un tema candente en la exposición esta semana.
Numerosos ejecutivos en el campo de la tecnología han estado lidiando con el problema en privado, con un creciente número de padres de Silicon Valley limitando el uso de los teléfonos inteligentes por parte de sus hijos.
Sin embargo, el impacto percibido sobre las ganancias resultante de alentar a los clientes a usar menos sus productos les dificulta a las empresas de tecnología, a los desarrolladores de software y a los operadores de telecomunicaciones discutir el problema.
"Los fabricantes de dispositivos lo saben desde hace tiempo", comentó Fred Bould, el fundador de Bould Design, un estudio que ha trabajado con compañías tecnológicas como Nest, GoPro y Roku. "La responsabilidad recae sobre los padres, pero sería fabuloso si las compañías de medios sociales y los fabricantes de dispositivos tuvieran algunos controles que fueran fáciles de usar, accesibles y transparentes. No creo que eso exista en este momento".
En una carta abierta a Apple publicada el domingo, Jana Partners y el Sistema de Jubilación de Profesores del Estado de California señalaron el "creciente volumen de evidencia" que apunta a que el uso de teléfonos inteligentes y redes sociales entre los usuarios más jóvenes "puede estar teniendo consecuencias negativas involuntarias". Éstas pudieran ir desde distracción en la escuela y privación del sueño hasta depresión y disminución de empatía.
Los inversionistas citaron investigaciones que sugieren que la mitad de los adolescentes estadounidenses han reportado sentirse "adictos" a sus teléfonos.
Motorola, el fabricante de dispositivos móviles propiedad de Lenovo, es uno de los pocos fabricantes de teléfonos inteligentes que aborda abiertamente el problema. La compañía tiene un cuestionario en línea para ayudar a los clientes a evaluar el "balance entre su vida y el teléfono", el cual pregunta: "¿Es usted dueño de su teléfono o es su teléfono dueño suyo?".
La compañía también recomienda más tecnología para ayudar a manejar el problema.
Financial Times