Nada capta el provincialismo estadounidense tan marcadamente como la portada del New Yorker de Saul Steinberg de 1976, "La Vista del Mundo desde la Novena Avenida".
Dominando el primer plano está Manhattan, luego la imagen se inclina hacia la Décima Avenida y al oeste atraviesa el río Hudson. Hay tiras finas que representan el resto de EU y el Océano Pacífico, y finalmente apenas discernibles, las tierras lejanas de China, Rusia y Japón.
EU ha dejado de ser parroquial. Lo que pasa en China importa profundamente para la economía de EU, como la Presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, dejó claro la semana pasada cuando el banco central decidió no aumentar las tasas.
El comercio directo entre EU y China no es significativo. Pero el comercio sí es significativo entre EU y sus vecinos Canadá y México (que son más prominentes en la cubierta de Steinberg que aquellos países lejanos).
Como implicaba Yellen, si la desaceleración económica de China perjudica a los vecinos de EU, perjudica a EU.
Canadá, dijo, es "un importante socio comercial nuestro, que se ha visto afectado negativamente por la disminución de los precios de las materias primas, y la disminución de precios de la energía".
Para algunos comentaristas, Canadá puede ser sólo otra en una larga lista de razones para que la ultra-cautelosa Fed evite subir las tasas.
Pero otros dicen que la primera recesión de Canadá desde 2008 y la depreciación del dólar canadiense (apodado el "loonie") frente a su vecino no pueden ser ignoradas por Washington.
El Banco de Canadá ha recortado las tasas de interés dos veces este año, con la esperanza de que un "loonie" más débil y la fortaleza de la economía de EU ayudarían a los exportadores del país.
Pero el comercio entre EU y Canadá es de doble vía. Los exportadores de EU, a su vez necesitan consumidores canadienses, sin embargo la fortaleza del dólar y la recesión son grandes obstáculos, y la economía estadounidense lo está empezando a notar.
Como el presidente de la Reserva Federal de Atlanta, Dennis Lockhart, dijo el lunes, la disminución de la demanda en China no tendrá mucho impacto en las exportaciones de EU, pero "la demanda de nuestras exportaciones en los mercados emergentes o Europa" puede ser afectada.
Podría haber mencionado a Canadá. Representa el 18 por ciento de las exportaciones estadounidenses. México el 14 por ciento. "La fortaleza de la demanda de productos estadounidenses en estos países importa", dice Charles St-Arnaud, estratega cambiario sénior de Nomura.
Afectan a EU que el dólar ha sido fuerte durante todo el año; que las políticas monetarias más restrictivas de la Fed podrían continuar esa tendencia; que el capital está fluyendo fuera de México; y que la caída en los precios de la energía ha golpeado la demanda en estos dos vecinos.
Stephen Gallo, jefe europeo de estrategia cambiaria del Banco de Montreal, dice que todos estos factores tienen un efecto en cadena sobre el comercio y el crecimiento en la Asociación de Libre Comercio de América del Norte, conformada por Canadá, EU y México.
"A pesar de los beneficios para los consumidores estadounidenses de precios de energía más débiles, no es ideal que dos grandes socios comerciales de EU sean grandes exportadores de energía", dice.
Tampoco ayuda a los exportadores ver que el "loonie" y el peso mexicano se deprecien de manera tan significativa. Ambas monedas han caído un 14 por ciento frente al dólar durante el año. Eso hace que los productos de exportación estadounidenses sean más caros en estos mercados clave.
Los automóviles, la maquinaria y el equipamiento enfrentarán dificultades. El Banco de Montreal espera que el índice del dólar ponderado por el comercio crezca entre 3 y 5 por ciento en los próximos seis meses. Eso destacaría el sector automotriz de EU, dice Gallo, y podría ver presión competitiva de sus contrapartes mexicanas.
Desde la perspectiva de Canadá, ahora un "loonie" más débil beneficia a su economía en aprietos. El gobernador del Banco de Canadá, Stephen Poloz, dijo el lunes que su tipo de cambio flotante ayudó a "absorber" la disminución de los precios del petróleo y las materias primas, y permitió al banco central para centrarse en lograr su objetivo de inflación.
Es una historia similar en la Ciudad de México, donde Banxico, el banco central, el lunes previsiblemente dejó las tasas sin alteración. El hecho de que la Fed haya mantenido las tasas ha aliviado la presión sobre los países emergentes como México por el momento.
La Fed reconoce que las consecuencias globales de un alza en las tasas son graves.
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