CIUDAD DE MÉXICO. En los ratos libres que les deja la carrera de Ingeniería en Mecatrónica, dos estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), inventaron un chaleco luminoso para ciclistas al que llamaron Ciclomatrix, para hacerse visibles en la calle durante las noches.
"No creímos que fuera a funcionar, pero ya que lo usamos, notamos que los autos bajaban la velocidad y no se nos atravesaban, entonces vimos que sí funciona, que sí sirve", platica Salvador Nava, quien junto con Alejandro Bretón, desean aportar un elemento para la seguridad del ciclista y la conciencia del automovilista y así, evitar atropellamientos.
Sin embargo, para que su idea pueda crecer, requieren de fondos que les permitan mejorar el diseño y hacerlo más ligero y más grande.
Por ello, inscribieron su proyecto en la página fondeadora.mx, para darlo a conocer y atrapar clientes que les financien las mejoras, como hacerlo más grande y que pese menos de los 300 gramos que hoy pesa.
Básicamente, el chaleco funciona como las luces direccionales de un vehículo con las que el automovilista puede ver al ciclista y saber, a través de las señales luminosas, la trayectoria y los movimientos que realizará, es decir, si girará a la derecha o a la izquierda.
Después de seis meses de desarrollo y pruebas, en agosto,Salvador y Alejandro dieron a conocer el chaleco, el cual tiene una pantalla de focos led en la espalda, en donde se reproducen mensajes y flechas, con las que logran comunicarse con el conductor que va detrás de ellos.
El control de las luces se mantiene desde el manubrio de la bicicleta, en donde se coloca un switch para encender la pantalla del chaleco con flechas según la dirección que se tome.
La idea le surgió un día de enero a Alejandro, un apasionado de los robots y ciclista frecuente desde hace tres años de los paseos nocturnos de la ciudad. "Necesito ser más visible y avisar mis movimientos", se dijo.
Entonces, en el garaje de su casa, con su amigo Salvador, emprendió el proyecto, que se enmarca en la moda de las wearable technologies, es decir, tecnología en la ropa.
No era un proyecto escolar, aseguran. Pero ya está en proceso de patente.
Aunque están en la lucha por conseguir recursos, saben que cuando prospere, el chaleco Ciclomatrix será sólo una parte del kit completo que piensan desarrollar, en el que, por ejemplo, incluirán un dispositivo antirrobo de bicicletas. "Ese es otro problema de hoy en la ciudad", aseguró Bretón.