PARÍS.- El sector automotor europeo vivió este jueves una jornada de fuertes pérdidas, luego de que algunas empresas automotrices son investigadas por los niveles de contaminación que emiten sus autos.
Ahora, fue el turno de Renault que confirmó este jueves que varias de sus sedes en Francia fueron registradas por inspectores antifraude, una información que hundió sus acciones en la bolsa de París por el temor a un nuevo caso como el de Volkswagen.
En su cotizaciones en el índice CAC-40, los títulos de Renault cayeron al final de la jornada en un 10.28 por ciento, para terminar con un precio de 77.75 euros por papel, su peor sesión desde el 17 de noviembre de 1994 y cerrar con una capitalización de 22 mil 992.41 euros, cifra que no se tenía registrada desde el 16 de octubre del año pasado.
Lo anterior se reflejó en una pérdida de 2 mil 635 millones de euros por capitalización de mercado respecto al cierre previo de 25 mil 627 millones de euros.
En operaciones intradía, la acción se hundió hasta un 23 por ciento.
Pero el problema no termina aquí. La caída de las acciones de Renault hará más difícil para el Estado francés reducir su participación en el fabricante de automóviles como estaba previsto.
El gobierno perdía alrededor de 1.16 millones de euros (mil 260 millones de dólares) del valor de su participación en Renault después de la noticia.
La investigación se suma a las relaciones cada vez más desgastados entre el gobierno y la gestión de una de las mayores empresas industriales del país. El Estado es el mayor accionista de Renault, con una participación de casi el 20 por ciento.
El hundimiento fue provocado por la confirmación, revelada primero por un sindicato, de que inspectores de la Dirección General de la Competencia, el Consumo y la Represión del Fraude (DGCCRF) registraron la semana pasada la sede central de Renault en París y dos centros de Lardy y Guyancourt, en la región parisina.
Por su parte, la ministra de Ecología francesa Ségolène Royal, declaró en la tarde que motores diésel del francés Renault y de varios constructores de otros países incumplieron las normas de emisiones de CO2 y óxidos de nitrógeno.
No obstante, la ministra afirmó que no se detectaron "programas informáticos de fraude" en los vehículos examinados, salvo los de Volkswagen.
Ségolène Royal también precisó que se trata de "conclusiones provisionales" de la comisión que realizó estas pruebas.
Dicha comisión examinó desde octubre vehículos de ocho marcas diferentes (Renault, PSA, Volkswagen, Mercedes, Ford, Opel, Toyota et BMW). En etapas posteriores, se examinarán coches de Nissan, Volvo, Suzuki y Fiat.
El otro gran constructor francés, PSA Peugeot Citroen, que también sufrió una caída del 5.05 por ciento en la bolsa, aseguró por su parte en un comunicado que no ha sido inspeccionado por los agentes de la DGCCRF y que los tests del gobierno tras el caso Volkswagen no detectaron ninguna anomalía.
Con información de Reuters y Bloomberg