La confianza sobre México y su deuda soberana va en ascenso en los mercados internacionales. El índice EMBI+, que mide el riesgo de que el gobierno de un país caiga en impago, se ubicó ayer en 190 puntos base, lo que implica una disminución de más de 60 unidades respecto a los niveles alcanzados en enero.
Este índice, construido con base en los diferenciales de tasas entre México y Estados Unidos, refleja un mayor apetito por la deuda mexicana principalmente de mediano y largo plazo. Al incrementar la demanda, los precios de los bonos han ido al alza, mientras que los rendimientos han bajado.
Por lo anterior, el diferencial promedio de tasas entre México y Estados Unidos se encuentra ya por debajo de los 202 puntos alcanzados el 8 de noviembre de 2016, previo a conocerse el resultado de las votaciones que finalmente favorecieron a Donald Trump.
El Emerging Markets Bond Index (EMBI+) fue creado por JPMorgan Chase y da seguimiento a una canasta de instrumentos de deuda en dólares emitidos por distintas entidades (gobierno, bancos y empresas) en naciones como México.
Un menor riesgo país, aparte de ser un indicador de mayor confianza, ofrece otros beneficios. Uno de ellos es reducir el costo de la deuda colocada en el exterior por parte de las empresas y el gobierno mexicano.
Otro efecto es el comportamiento del tipo de cambio del peso con el dólar. El peso ha experimentado una apreciación de casi 20 por ciento entre el inicio de enero y el cierre de ayer.
México ha sido uno de los países en América Latina que más ha visto reducir el riesgo país, sumado a que mantiene una posición relativa favorable con las economías más grandes de la región. Los 190 puntos del índice EMBI +de México se comparan favorablemente con los 274 y 426 puntos base alcanzados para naciones como Brasil y Argentina.
No obstante, el diferencial de tasas de México con respecto a los bonos norteamericanos se encuentra todavía por arriba del observado en Chile y Perú.
"Mantenemos una visión positiva sobre bonos mexicanos a pesar de que el reciente rally ha encarecido las valuaciones", comentó Alejandro Padilla, director de estrategia de renta fija y tipo de cambio en Banorte-Ixe. "El nivel de la prima de riesgo y al carry atractivo en nuestro país podrían sustentar una fuerte demanda de extranjeros".
EFECTO BANXICO HACE CONTRAPUNTO
La caída en los rendimientos de largo plazo también se puede interpretar como una señal de que los mercados apuestan a una reducción de la inflación en el futuro, sin embargo, en el corto plazo, se percibe un mayor riesgo sobre ese indicador.
Para controlar el aumento en precios, Banxico subió su tasa hasta un nivel de 7 por ciento, lo que ha ocasionado que las tasas de deuda gubernamental a corto plazo suban, incluso por arriba de las de largo plazo. Ello ha provocado no solo un aplanamiento, sino una inversión en la curva de rendimientos.
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