CIUDAD DEL VATICANO. El presidente estadounidense, Barack Obama, puso énfasis en la creciente brecha entre ricos y pobres durante su primera reunión con el Papa Francisco, al abordar la lucha contra la desigualdad social y la reforma migratoria pendiente en EU y eludir asuntos de controversia como el aborto y los derechos de los homosexuales.
El encuentro, que se realizó en el Palacio Apostólico del Vaticano, duró alrededor de 52 minutos.
"Bienvenido señor presidente", señaló el pontífice en inglés, al saludar al mandatario quien respondió: "¿Cómo está? Es un placer conocerlo. Muchas gracias por recibirme". Una vez dentro de la biblioteca papal se ubicaron ante un gran escritorio de madera.
Afuera se quedó la delegación que acompañaba a Obama, unas nueve personas entre las cuales se encontraba el secretario de Estado, John Kerry y el embajador Ken Hackett. Ellos se entretuvieron conversando con algunos miembros del protocolo vaticano, encabezados por Georg Gänswein, prefecto de la Casa Pontificia.
Obama, en una entrevista con el diario italiano Corriere della Sera, dijo que la "gran autoridad moral" de Francisco había sumado peso a las peticiones de compensar los crecientes desequilibrios entre ganadores y perdedores de la globalización y el cambio económico.
"En Estados Unidos, en las últimas décadas, hemos visto una creciente brecha entre los ingresos de los que están muy arriba y los de una familia típica", sostuvo.
"Pero esto no es un problema de Estados Unidos, es un problema de los países del mundo. Y no es sólo un tema económico, es un tema moral", comentó el mandatario.
Desde su elección hace un año, el Papa Francisco ha criticado en varias ocasiones el capitalismo desenfrenado, los excesos que están detrás de la crisis económica mundial, y la creciente brecha entre ricos y pobres, incluso en países desarrollados.
Obama ha alabado repetidamente al Papa por su compasión y el énfasis en ayudar a los pobres, y la reunión podría dar ímpetu a una de sus iniciativas en Estados Unidos, como impulsar a la clase media y ayudar a los estadounidenses con ingresos bajos.
En la entrevista, Obama dijo que la globalización y un mayor comercio habían sacado a cientos de millones de personas de la pobreza en las últimas décadas.
"Pero el Papa tiene razón cuando dice que no hay suficiente gente compartiendo ese progreso, y que hay muchas personas que se nos están quedando detrás", añadió.
El centro de Roma quedó bloqueado para la visita de Obama, que iba a incluir una reunión con el presidente italiano, Giorgio Napolitano, y el primer ministro Matteo Renzi después.
ABORDAN TEMA MIGRATORIO
En el encuentro, según informó El Vaticano, abordaron el tema de la reforma migratoria pendiente en ese país, además "en el contexto de las relaciones bilaterales" destacaron asuntos de preocupación para la Iglesia en la Unión Americana como el derecho a la libertad religiosa, a la objeción de conciencia y al "tema de la reforma migratoria".
"Finalmente, se expresó el común empeño para erradicar la trata de seres humanos en el mundo", indicó. No se precisó en qué términos se abordó el problema migratorio y si se tocó el problema de las deportaciones masivas de indocumentados.
Según El Vaticano, durante la reunión también hubo un intercambio de opiniones sobre algunos temas referentes a la actualidad internacional.
INVITACIÓN A LA CASA BLANCA
Obama invitó al Papa a visitar la Casa Blanca al darle un simbólico presente de semillas y vegetales del jardín de la residencia presidencial.
La Casa Blanca dijo que se donarán otras semillas en Estados Unidos que resultarán en toneladas de productos a una organización benéfica que el Papa elija.
"Si tiene oportunidad, puede venir a la Casa Blanca y ver el jardín", dijo Obama al Papa al explicarle el regalo.
El Papa respondió en español diciendo "¡Cómo no!".
Con información de Reuters y Notimex.