Cientos de migrantes centroamericanos de una caravana que atravesó México abandonaron este jueves un albergue en Tijuana para acampar a un costado de uno de los principales puntos de acceso a Estados Unidos, desafiando las amenazas del presidente Donald Trump de repelerlos.
Con sus pocas pertenencias y sus hijos a cuestas, el grupo comenzó una caminata para instalarse en las inmediaciones del puesto de control de El Chaparral, con la esperanza de presentar sus casos en busca de asilo.
"Anoche la pasamos muy mal, mi niño no se le quita la gripe, muchos de los niños en el albergue están igual. Me preocupa que vaya a empeorar", comentó Isaura Flores, una migrante hondureña, mientras cambiaba de ropa a su hijo de tres años. "Sólo quiero trabajar y ganarme la vida allá", agregó.
En medio de la movilización, las autoridades suspendieron brevemente las operaciones en el vecino puerto de entrada de San Ysidro, generando grandes filas de conductores que intentaban ingresar al país para celebrar el Día de Acción de Gracias, según un testigo de Reuters.
El lugar era vigilado por decenas de efectivos de la policía mexicana y eventualmente, el Ejército.
A través de un megáfono, Edgar Corzo, visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, dijo que además de ir a Estados Unidos, los migrantes tenían la posibilidad de solicitar refugio en México o pedir asistencia para obtener un trabajo.
"Si me hubiera querido quedar en este país desde que estaba en Ciudad de México hubiera pedido asilo, como muchos de mis compañeros, pero lo que quiero es ir a Estados Unidos", comentó Melkin González, de 26 años, que viajaba con una mochila.
Miles de integrantes de la caravana comenzaron a llegar en masa hace poco más de una semana a las ciudades fronterizas de Tijuana y Mexicali, pero ninguno sabe con certeza cuándo podrá presentarse ante las autoridades migratorias estadounidenses.
El Gobierno de Tijuana ha dicho que esto podría llevarles hasta más de seis meses.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha dicho que sus militares apostados en la frontera podrían utilizar fuerza letal en caso de que sientan una amenaza de seguridad para su país. La última semana también fue reforzada de manera inusual la seguridad de varios de los puntos de entrada a EU.
Trump advirtió además que podría haber una paralización de las actividades del gobierno el mes próximo por la seguridad en la frontera con México.