Antes de 2011, el empresario Alfonso Romo Garza no tenía contacto con el hoy dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, actualmente es uno de los encargados de crear puentes entre el excandidato a la presidencia y todos los grupos, no sólo el sector empresarial.
En el programa de El Financiero Bloomberg, La Silla Roja, Romo Garza aseguró que a partir del 2012 las perspectiva negativas que tenía el sector privado respecto a López Obrador se han tornado positivas.
"No digo que él sea un santo, pero sí es un hombre de lo más congruente (…) nunca se ha peleado con el sector privado", dijo Romo Garza, "ochenta por ciento era 'no', un rechazo total, tenemos cinco años de estar platicando y hoy diría que los 'no' son un veinte a veinticinco por ciento".
Parte del proyecto que llevó al exmandatario Vicente Fox a ganar la presidencia en el año 2000, Romo fue uno de los primeros en oponerse a atacar a Andrés Manuel López Obrador cuando, en 2004-2005, se buscaba su desafuero como Jefe de Gobierno capitalino.
"En ese tiempo tenía una imagen lejana de López Obrador e irresponsablemente nunca lo quise conocer", reconoció, "estaba en contra de que (el desafuero) fuera violento y lo descalificaran. Yo estaba de acuerdo en hacer una campaña para que no llegara, pero no así".
Fue hasta el año 2011 que Romo Garza aceptó la invitación de Dante Delgado, entonces coordinador de campaña de López Obrador, a reunirse con el tabasqueño.
"Me encuentro una persona muy culta, conoce todos los 'Méxicos', una radiografía perfecta de los 'Méxicos', bastante sofisticado en todos los temas", mencionó, "hubo una compatibilidad y al final de esa conversación me dijo '¿por qué no nos ayudas a revisar el proyecto de nación?'".
Antes de unírsele, como si fuera a adquirir un negocio, Alfonso Romo realizó un estudio de la gestión de López Obrador como Jefe de Gobierno del DF en el que tomó en cuenta tres rubros: seguridad, gobernabilidad y administración pública.
"Es muy buen operador, trabaja 20 horas diarias (…) Andrés Manuel baja el gasto, deja un presupuesto equilibrado. El ahorro lo dedica al tejido social (…) no populiza porque no lo hizo con déficit, porque es un hombre sensible a las carencias humanas", aseguró.
La función de Alfonso Romo dentro del equipo de asesores del dirigente de Morena es crear puentes no sólo con los empresarios, también con agricultores, además de ayudar a quitar los prejuicios hacia la propuesta de dicho partido.
"A México no hay que confrontarlo, a México hay que unirlo, este país necesita unirse no necesita confrontarse.
"Me siento con los agricultores más olvidados del sureste de México a ver cuál fue la problemática y cómo podemos llevarlos a escalar (…), si podemos hacer que el sureste no decrezca 5 o 4 por ciento, se mantenga, México crece al doble", dijo.
Pese a que el empresario regiomontano ha estado operando para conectar al sector privado con López Obrador, no se encuentra interesado en ocupar algún cargo público o secretaría si en 2018 el líder de Morena gana la presidencia.
"Necesitamos realmente ser muy responsables, vamos a conformar un equipo que le dé esa confianza que se ha perdido en Andrés, alrededor de él tener un equipo de primera que entienda todos los 'Méxicos'.
"Este país está tan desconfiado y yo tengo tantos negocios con tanto conflicto de interés que sería poco responsable, poco pulcro, que yo estuviera en el gabinete", reconoció.