CIUDAD DE MÉXICO.- Michoacán es la entidad que registra el mayor número de asesinatos de alcaldes en el periodo 2006-2016, con 14 ataques, según cifras de la Asociación Nacional de Alcaldes (ANAC) y de la Asociación de Autoridades Locales de México A.C. (AALMAC).
Con el asesinato del edil perredista de Pungarabato, Guerrero, Ambrosio Soto Duarte, en una década ya suman 78 presidentes municipales, en funciones, electos o exalcaldes, que perdieron la vida por hechos relacionados con la delincuencia organizada.
Los últimos cuatro actos de violencia contra titulares de ayuntamientos fueron los de la alcaldesa de Temixco, Morelos, Gisela Mota, del PRD, el 3 de enero de este año, a un día de haber asumido el cargo; el alcalde Jilotzingo, Estado de México, Juan Antonio Mayén Saucedo, del PAN, el pasado 22 de abril.
El pasado viernes también fue asesinado el edil de San Juan Chamula, Chiapas, Domingo López González, y el domingo se dio el ataque contraa Ambrosio Soto Duarte, en territorio michoacano, en el que perdió la vida.
De los 78 autoridades locales víctimas de la violencia, detalla el documento de la ANAC y de la AALMAC, 41 alcaldes estaban en funciones, seis eran electos y 31 eran expresidentes municipales.
El estado que ocupa el segundo sitio de asesinatos de titulares de ayuntamientos es Oaxaca, con 12, y le siguen Durango y Guerrero, con ocho casos.
Los informes de esas asociaciones de munícipes –la ANAC, que aglutina a los alcaldes del PAN, y la AALMAC, a los ediles del PRD– destacan que el partido que encabeza la lista de presidentes municipales asesinados, en funciones, retirados y electos, es el PRI, seguido del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
También se destaca que entre los casos más sonados de ediles de Michoacán que perdieron la vida en ese periodo en actos ligados a la violencia del crimen organizado están María Santos Gorrostieta, alcaldesa de Tiquicheo, asesinada en noviembre de 2012 con huellas de tortura. La perredista y su esposo ya había sido víctimas de un atentado en octubre de 2009 y en enero de 2010.
Wilfrido Flores Villa, alcalde interino de Nahuatzen, del PRI, quien murió en febrero de 2013 en un supuesto accidente automovilístico sobre la carretera Acámbaro-Iramuco.
Gustavo Garibay García, alcalde panista de Tanhuato, quien falleció en el mes de marzo de 2014, en la puerta de su casa. En 2008 se presentó la muerte del alcalde priista Marcelo Ibarra Villa, de Villa Madero, Michoacán. En 2006 fue ejecutado el alcalde priista Vista Hermosa, Octavio Manuel Castillo.
Al respecto, la AALMAC puntualizó que la integridad de la autoridad municipal es un asunto de seguridad nacional, por lo que llamó a "no permitir que se llegue a puntos irreversibles como sucedió en otros países, que la seguridad se fracture y penetre al Estado mexicano".
"Si verdaderamente queremos otorgar seguridad al país y a todos los mexicanos, debemos empezar por fortalecer la seguridad de las autoridades más cercanas a la ciudadanía", pidió la asociación de alcaldes del PRD.