Tras 24 horas de permanecer secuestrado, el futbolista Alan Pulido se armó de valor y enfrentó a uno de los cuatro plagiarios, presuntos integrantes de una fracción de Los Zetas, que lo privaron de su libertad la noche del sábado, según la versión oficial de los hechos.
"En un momento que lo dejan solo, maniobra, logra zafarse, enfrenta a uno de sus captores, lo somete, le quita el celular y llama al 066 desde el segundo piso de la casa donde estaba recluido", narró el procurador de Justicia del Estado, Ismael Quintanilla.
De acuerdo con el relato, Pulido aprovechó un descuido de uno de los dos pistoleros que lo cuidaban y lo golpeó, luego quebró los vidrios de una ventana, lo que provocó que el segundo pistolero escapara.
Posteriormente llamó a las autoridades. Informó al servicio de emergencia que se encontraba en una casa blanca con dos autos al frente, uno rojo y otro gris y detalló su vestimenta.
Quintanilla Acosta aclaró que la lesión que tiene Alan en la mano se la hizo al romper un vidrio para abrir la puerta. En ese momento fue cuando llegaron los policías, quienes pensaron que el ruido de los vidrios eran balazos. Aseguró que las elementos de la Policía Federal, el Ejército y la Marina así como policías estatales llegaron de manera inmediata debido al operativo que se había implementado para la búsqueda del futbolista desde el primer minuto que se conoció el plagio. "Inmediatamente después de la llamada, rápido se ubicó el domicilio y se le pudo rescatar", dijo.
El procurador rechazó que se trate de un montaje y dijo que desde el primer momento de la desaparición, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, instruyó el operativo de búsqueda.
La noche del sábado pasado, el jugador del Olympiacos, de Grecia, acudió a una fiesta familiar con su novia y, al salir, cuando circulaba a bordo de su BMW por un tramo de la carretera interejidal, fue interceptado por dos vehículos que ocupaban cuatro personas, quienes lo levantaron y se lo llevaron, dejando a su novia en libertad.
Pulido fue recluido en una casa de seguridad de dos pisos marcada con el número 233 de la calle República de Costa Rica, en la colonia Pedro Sosa, en Ciudad Victoria, donde sus captores contactaron a su familia en dos ocasiones durante el transcurso del domingo para pedir un rescate de seis millones de pesos; no obstante, el comisionado nacional de la Policía Federal, Enrique Galindo aclaró que no hubo ningún pago. Aseguró que fue el trabajo coordinado y de investigación e inteligencia lo que ayudó a encontrar a Pulido.
El procurador confirmó que hasta el momento hay un detenido, Daniel Hernández Morales, de 38 años de edad, originario de Veracruz y tres prófugos.
Aclaró que tras el rescate, al futbolista se le brindó ayuda médica y psicológica; también se le tomó su declaración para integrar la averiguación previa en contra de la persona que fue detenida y continuar la indagatoria.