CIUDAD DE MÉXICO.- En la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) persisten grupos de interés que controlan parte de su estructura operativa, a través de la imposición de mandos en puntos clave.
Así lo denunciaron autoridades de la propia dependencia que encabeza Hiram Almeida Estrada, quienes señalan a Luis Rosales Gamboa, subsecretario de Operación Policial, con indicativo Apolo, como principal cabeza de esos grupos.
Como muestra de ello, ejemplificaron, está la reciente designación de Édgar Bautista Ángeles, como director general de la Policía Auxiliar, pues este sujeto es uno de los principales brazos operativos de Rosales Gamboa.
Bautista había sido destituido por falta de resultados como jefe de los sectores Nápoles y Narvarte en la administración de Manuel Mondragón y Kalb, pero Rosales Gamboa lo rescató y durante la administración de Jesús Rodríguez Almeida, lo colocó como director general de la Zona Centro.
En octubre de 2007 se le implicó en una denuncia penal por abuso sexual y robo, según consta en el expediente FSP/B/T3/2370/07-10. La denuncia quedó en el no ejercicio de la acción penal, pues las víctimas fueron amenazadas y decidieron ya no comparecer ante el Ministerio Público.
Bautista fue designado hace unas semanas, por recomendación de Rosales Gamboa, como director de la Policía Auxiliar del DF, cuerpo de seguridad que aglutina a unos 17 mil elementos.
Un documento del GDF publicado en 2008 por la agencia estatal Notimex, ubicó desde entonces a Rosales Gamboa como cabeza de una de la siete "cofradías" que controlaban la estructura de la SSP-DF.
El estudio señala que dichos grupos merman el desarrollo de la SSP-DF, y dice que aunque no puede considerar que se trate de mafias, sí permite a sus líderes obtener beneficios económicos y colocar a sus leales en posiciones claves.
Junto con Rosales Gamboa, se señaló como líderes de las "cofradías" a otros mandos como Pedro Luna Castro, Darío Chacón Montejano, Marco Antonio del Prado, Rafael Avilés, José Luis Sánchez Amaya, Enrique Pérez Casas, Ignacio Flores Montiel y Fidel Medina Herrera.
De todos éstos, el único que aún permanece en la SSP-DF y más fortalecido, es Rosales Gamboa. Él sobrevivió a las administraciones de Joel Ortega, Manuel Mondragón, Jesús Rodríguez, y hoy, en la gestión de Hiram Almeida, ocupa el segundo puesto al mando en la SSP-DF.
Francisco Rivas, presidente del Observatorio Nacional Ciudadano, aseguró que se trata de una "pésima señal", porque no ha habido un proceso de esclarecimiento para decir si Rosales Gamboa es o no es responsable de alguna falta o ilícito.
"Lo primero que haría que hacer es una investigación profunda, lo que no quiere decir que Rosales Gamboa sea culpable, eso no lo sabemos, para eso está el proceso que tiene que ser respetuoso de los derechos de la persona, pero si se necesita que se implemente todo el aparato para esclarecer este problema", dijo.
Tras recordar el caso de uno de los investigadores del Observatorio Nacional Ciudadano, recientemente víctima de una extorsión por parte de la policía del DF, Rivas aseguró que es bien sabido que en la policía capitalina "sí hay actos de corrupción, cuestiones de nepotismo, abuso de autoridad, violaciones, falta de respeto a los servidores públicos".
Señaló que se trata de una práctica que no sólo sucede en la Policía del DF, sino en muchas instituciones.
Dijo que esto se genera por "lealtades mal entendidas", pues se es leal hacia las personas y no hacia las instituciones.
"Es decir yo soy leal a mi jefe más que ser leal a la institución y entonces si mi jefe me dice: se chingan a tal persona, lo hago porque lo dice mi jefe y no porque sea correcto o equivocado; me paso los procesos institucionales, los procesos de actuación, los protocolos de actuación, el debido proceso, etcétera, por que le estoy siendo fiel a mi jefe más que a la institución o al Estado mexicano", advirtió.
Carlos Cruz, coordinador de la organización Cauce Ciudadano, pidió la intervención de la Jefatura del Gobierno del Distrito Federal.
"No es posible que la red de complicidad de Rosales Gamboa se siga construyendo y no se quiera hacer en la realidad, en la vida cotidiana, un cambio y un giro", apuntó el activista.