En el último par de años, las nueve corrientes que conforman la sección 22 de la CNTE en Oaxaca se desvanecieron, junto con las viejas disputas. En su lugar aparecieron dos grupos que operan para los exgobernadores José Murat y Ulises Ruiz Ortiz: los Pelones y los Pozoleros. Ambos tienen algo en común: al secretario de organización, Francisco Villalobos.
Las dos corrientes del magisterio disidente oaxaqueño surgieron en 2013, cuando inició la movilización de los docentes en contra de la reforma educativa a nivel nacional.
Anteriormente, la sección 22 –que surgió en 1980 al romper con el líder Carlos Jonguitud Barrios y su grupo Vanguardia Revolucionaria–, contaba con nueve corrientes internas, la mayoría con orígenes socialistas y, después, ligadas con el PRD.
Con el paso de los años, éstas fueron disminuyendo su presencia y participación, aunque algunos líderes siguen vigentes, como es el caso de Rogelio Vargas Garfias de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).
En septiembre de 2012, se trasformó el interior de la dirigencia con el cambio de secretarios. Rubén Núñez ganó la votación para secretario general por apenas unos cuantos votos, dejando a Francisco Villalobos en segundo lugar, como secretario de organización.
En tan sólo unos meses, Villalobos consolidó relaciones y negociaciones con maestros oaxaqueños, pero también con los exgobernadores y funcionarios de alto nivel, como el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava.
En ese entonces el secretario de Organización, Francisco Villalobos Ricardez, contaba con Los Pelones, un grupo de maestros originarios del Istmo, entre los que se encuentran Sócrates Santiago Chiñas, secretario de Alianza y Gestoría Social del Comité Ejecutivo Seccional, y otros que pertenecen a la comisión política de la región.
Entre los maestros de su región y los de Valles Centrales, Villalobos constituyó al grupo de radicales y desobedeció varias veces las decisiones del secretario general, Rubén Núñez, y de la Asamblea Estatal.
Uno de los ejemplos más claros fue en octubre de ese año, cuando las bases ya pedían replegarse a su estado, pero las regiones controladas por el grupo de Villalobos llegaron a la votación únicamente para lograr la mayoría y permanecer movilizados en el DF.
Para ese entonces, Villalobos y sus Pelones trabajaban de la mano con el exgobernador José Murat, quien a su vez lo presento personalmente con Luis Enrique Miranda Nava, subsecretario de Gobernación y responsable de las negociaciones con la Coordinadora, refieren diversas fuentes al interior de la sección sindical.
Pero al mismo tiempo comenzó a establecer una red de maestros que labora al interior de la Sección 22 para el exgobernador Ulises Ruiz Ortiz.
Fue Villalobos quien llevó a María del Carmen López Vázquez La Jicayán, coordinadora del Sector Ciudad, a Norma Cleyver Cruz Vázquez, secretaria de Asuntos Profesionales, y a su esposo, Othón Nazariega Segura, representante del Sector Periferia, con el senador Eviel Pérez Magaña para que estos funcionaran como una nueva corriente al servicio de Ulises Ruiz.
El nombre de Los Pozoleros se les dio cuando los integrantes de la Sección 22 encontraron al grupo reunido con el senador en una pozolería del centro histórico del Distrito Federal, en medio de las marchas de ese año.
A ese grupo se sumaron el secretario de Comunicación y Propaganda, Benito Vázquez; Efraín Picazo Pérez, delegado del Sector Ciudad; Irán Santiago Manuel, auxiliar de la Comisión de Pagos; Emilio Yépez, líder sectorial de Tuxtepec; Julián Terán, representante de la Cañada en el Comité Ejecutivo Seccional; Noé Mendoza y Abelardo Salvador, ex miembros de la Comisión Política por la región de la Sierra.
El grupo de Los Pozoleros tiene una historial de movilizaciones desde 2014. Las más recientes fueron la toma del Aeropuerto Internacional de Oaxaca, el pasado 2 de junio; Norma Cleyver y La Jicayán aparecen en fotografías dialogando con elementos de la policía federal, quienes más tarde se replegaron y finalmente cedieron el control de la terminal aérea a los maestros.
Los Pozoleros también fueron los responsables de la quema de urnas y casillas el 7 de junio pasado, además de ordenar las agresiones a los reporteros, así como el robo de cámaras y celulares.
Sin embargo, no son unos novatos. Durante la movilización de 2006, La Jicayán estuvo involucrada en el asesinato del profesor Jaime René Calvo, quien deseaba que terminara el conflicto y volver a las aulas.
Un informe de inteligencia señala que Vázquez López tenía un gran poderío dentro de la sección sindical, y que incluso tenía arrinconado al entonces secretario general, Enrique Rueda, para evitar que diera la espalda al movimiento magisterial que buscaba la destitución de Ulises Ruiz, con quien ahora está colaborando.
A pesar de haber consolidado estas relaciones, Francisco Villalobos ha perdido fuerza al interior del movimiento, según señalan fuentes del magisterio y del gobierno estatal. En abril pasado, los profesores del Istmo estuvieron a punto de destituirlo como miembro del comité ejecutivo regional.
Para evitarlo, repartió 1.5 millones a los participantes de la asamblea regional, y aun así la diferencia con Heriberto Magariño, su contrincante en la elección como dirigente de la región, fue de apenas nueve votos.