El tráfico de metanfetamina retomó fuerza entre México y Estados Unidos, mientras los trabajos bilaterales en materia de seguridad fronteriza enfrentan un bache histórico, según reveló una investigación de El Financiero Bloomberg basada en informes estadísticos de la DEA, la Patrulla Fronteriza y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En esta crisis, el gobierno mexicano ha dejado de hacer su parte: mientras al norte los decomisos y el número de muertes por metanfetamina han aumentado considerablemente, al sur, en los estados fronterizos de México cada vez menos embarques son interceptados.
Durante el 2016, las incautaciones de la Sedena en el territorio mexicano en comparación con el 2015 tuvieron un decremento de 35.2 por ciento. Mientras, en los últimos cinco años la Patrulla Fronteriza Estadounidense aumentó las incautaciones de metanfetamina en 139 por ciento.
Las estadísticas de la Patrulla Fronteriza también permiten dar una idea del tamaño de las ganancias que hoy representa la metanfetamina para los cárteles mexicanos. Los decomisos de los últimos 5 años ascienden a más de 3 mil millones de dólares.
Esta cifra es tres veces más elevada que el presupuesto de la Secretaría de la Defensa Nacional y ocho veces el de la Policía Federal.
De acuerdo con datos de la DEA y el Departamento de Seguridad Interna, Nueva York; Del Río, El Paso, Laredo, Rio Grande, y Tucson, son las entidades estratégicas del de tráfico de metanfetamina
Esto se debe a que en estas ciudades están fuertemente consolidados los cárteles más importantes, incluidos : Los Zetas, el Cártel de Sinaloa, Cártel de Juárez, Cártel del Golfo y el Cártel de Jalisco Nueva Generación.
Nacional