Luego de dos resoluciones del Tribunal Electoral, que obligan al PRD a renovar completamente su dirigencia nacional, mediante un Consejo Electivo, alrededor de 350 consejeros nacionales definirán a quien deberá guiar al sol azteca durante la elección presidencial de 2018.
Sin embargo, no hay acuerdos. Aunque la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN) apuesta a un gran acuerdo entre las corrientes, Nueva Izquierda se prepara para otra batalla interna.
Para ello, cuatro integrantes de Los Chuchos han manifestado su intención de lanzarse por la presidencia del partido: Erik Villanueva, Ángel Ávila, Verónica Juárez y Mary Telma Guajardo, que estaría declinando en favor de Ávila Romero.
Por el lado de ADN dos de los posibles candidatos, Juan Zepeda y Héctor Bautista, se han descartado, mientras que Camerino Márquez señaló que sólo irá a esta elección si previamente se alcanza un acuerdo con Nueva Izquierda.
El acuerdo que se ha planteado es que ADN ocupe la presidencia y que Nueva Izquierda se quede con la secretaria general, mientras que las demás corrientes conserven el mismo número de secretarías.
No obstante, hay posibilidad de que ninguna de estas corrientes quede al frente del PRD, ya que en ADN tienen ya las coordinaciones parlamentarias tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, mientras que NI no genera los consensos necesarios para ganar.
Existe la posibilidad de que Royfid Torres, actual representante del PRD ante el INE y el colaborador más cercano e incondicional de Alejandra Barrales –actual líder– , ocupe la presidencia un año.
De acuerdo con el estatuto perredista, el nuevo presidente de ese partido será aquel cuya fórmula obtenga el 60 por ciento de la votación, aunque también se prevén votaciones sucesivas; es decir, que finalmente el presidente será aquel que logre la mayoría de los votos tras algunas rondas.
Fuentes muy cercanas a ese partido confirmaron que el voto de los consejeros no va a ser ni tan libre ni tan secreto. La metodología será: al momento de que los consejeros nacionales se registran en la sesión les es entregado un cartón amarillo con la leyenda "voto". Ese cartón lo recoge el líder de la corriente a la que pertenecen. Se cuentan los "votos" y si al que tenga más no le alcanza para tener la mayoría, empieza la negociación con corrientes más pequeñas