New York Times Syndicate

El país en el que una multa de tránsito cuesta 58 mil dólares

En Finlandia, las multas se calculan con base en la mitad del ingreso diario neto del infractor, con cierta consideración a la cantidad de hijos bajo su techo, y una deducción que se considere suficiente para cubrir los gastos básicos.

HELSINKI – Nadie se siente bien cuando le extienden una infracción por exceso de velocidad. Sin embargo, habría que ver el ejemplo del hombre de negocios finlandés, Reiam Kuisla.

Hace poco le levantaron una infracción por 54 mil 25 euros, alrededor de 58 mil dólares, por ir a modestos pero ilegales 103 kph en una zona de 80 kph. Y no, los 54 mil 25 euros no resultaron ser un error de tipografía, ni de ningún otro tipo.

Kuisla es un millonario y en Finlandia se calculan las infracciones más graves por exceso de velocidad de conformidad con el ingreso. La idea aquí es que si le duele al hombre común, también debe dolerle al gran hombre. La infracción tuvo el efecto deseado.


Kuisla, de 61 años, entró en Facebook en marzo y publicó 12 furiosos textos en los que incluyó una fotografía de la infracción y una de lo que se podría comprar con 54 mil 24 euros, si no fueran a parar a las arcas del Estado: un Mercedes nuevo. Dijo que estaba considerando irse definitivamente de Finlandia, una posición que sostuvo con firmeza cuando se lo localizó por teléfono en un bar donde veía las carreras de caballos.

"No tiene sentido la forma en la que hacen las cosas aquí", dijo Kuisla y añadió que no concedería entrevistas. Antes de colgar, agregó: "¿Para qué y para quién existe esta sociedad? Es difícil decirlo".


Desde hace mucho que los países nórdicos han tenido una vena igualitaria, han abrazado los impuestos progresivos y altos niveles de gasto social. Quizá se sepa menos que también practican el castigo progresivo, cuando se trata de ciertas multas. Un rico, creen muchos ciudadanos aquí, debería pagar más por las mismas trasgresiones, si se ha de hacer justicia. La pregunta es: ¿qué tanto más?

Bastantes amigos de Kuisla le ofrecieron su solidaridad en su página en Facebook. Sin embargo, ese no pareció ser el entendimiento de la opinión pública. En otras partes fue más fácil encontrar a finlandeses a quienes no les interesaba su predicamento.

En la Universidad de Helsinki, Jussi Lahti, de 35 años, estudiante de la licenciatura en geografía, dijo que podía entender que Kuisla estuviera molesto, pero que consideraba justo al principio de porcentaje igual. Y, añadió, Kuisla "tomó una decisión cuando decidió acelerar".

No obstante, el tamaño de la infracción de Kuisla atrajo atención considerable en esta ciudad ya que se debatían los méritos del sistema finlandés en programas de televisión y periódicos, porque se utiliza una compleja fórmula, basada en el ingreso, para calcular la multa de una persona. Algunos se preguntaron si el gobierno debería dejar de imponer esas infracciones por conducir a velocidades relativamente bajas. Algunos sugirieron que una multa tan grande es, de hecho, una forma de impuesto.

Sin embargo, la idea de que un rico debería pagar multas más altas no parecía cuestionarse demasiado.

"Es un sistema viejo", dijo Pasi Kemppainen, el superintendente en jefe en el Consejo Nacional de la Policía. "Puede llevar a multas elevadas, pero solo para las personas que pueden pagarlas".

De hecho, el sistema finlandés de "días multa", que también se usa en algunos otros países escandinavos, data de los 1920, cuando se instituyeron las multas basadas en el ingreso para todo tipo de delitos menores, como hurto y asalto, y ayudó enormemente a reducir la población carcelaria.

Se calculan las multas con base en la mitad del ingreso diario neto del infractor, con cierta consideración a la cantidad de hijos bajo su techo, y una deducción que se considere suficiente para cubrir los gastos básicos, actualmente en 255 euros. Después, esa cantidad se multiplica por el número de días de ingreso que debería perder el infractor, según la gravedad de la infracción.

A Kuisla, de 61 años, un hombre de apuestas que aprovechó sus ganancias para formar un imperio inmobiliario, lo atraparon circulando a alta velocidad cerca del aeropuerto Seinajoki. Dada la velocidad a la que iba, le asignaron ocho días. Su multa se calculó a partir de su ingreso en el 2013, de 6,559,742 euros o más de siete millones de dólares.

A alguien que cometiera una infracción similar y ganara alrededor de 50,000 euros (54,000 dólares) al año, nada de lo cual serían ganancias de capital y sin niños pequeños, lo habrían multado con cerca de 345 euros (370 dólares). Alguien que gana 300,000 euros (322,000 dólares) tendría que pagar cerca de 1,480 euros (1,590 dólares).

Con la infracción, se saltó a un debate más general sobre la coherencia del sistema finlandés de justicia. La infracción por exceso de velocidad de Kuisla está, de hecho, clasificada como un delito, que podría parecer severo, cuando otras partes del sistema son relativamente indulgentes. Por ejemplo, personas condenadas por asesinato podrían cumplir sentencias reducidas de hasta nueve años y las podrían liberar a los cuatro años y medio, comentó Kimmo Kiiski, un asesor sénior en transporte en el ministerio del transporte y las comunicaciones.

Comentó que se espera que una comisión que está considerando tales temas termine su informe el año entrante y es probable que saque definitivamente del sistema de justicia penal las infracciones por exceso de velocidad y deje de imponer esas multas tan excesivas para extender infracciones mucho más reducidas.

A Kuisla, señaló Kiiski, le habrían impuesto una multa de unos 100 euros si hubiera estado circulando a 3 kph menos.

"Ese tipo de diferencia es demasiado grande", dijo Kiiski. "Tiene que haber cierta diferencia dependiendo del ingreso no habría justicia. Pero no ese tipo de diferencia".

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