Como cada día, caía el sol cuando regresaba de la jornada en el campo, a lomos de su borrico. Era poco más que una niña jugando en la puerta de casa, cuando él bajó del animal para entregarle –a la que más tarde sería su esposa– una flor silvestre que había cogido para ella:
Tanaceto, Hierba lombriguera
TANACETUM VULGARE
Ella tenía 16 años y él 22, y desde ese día la rutina se mantuvo durante los cuarenta y ocho años que duraría la relación –tres de noviazgo y cuarenta y cinco de matrimonio. Al regresar a casa tras su jornada laboral, diariamente, él le entregaba a ella una flor, casi siempre de la misma especie. Ella las secaba y guardaba en un baúl que, con el tiempo, se convirtió en un dietario.
En ocasiones, la rutina se convirtió en excepción, llegando en algún periodo a desaparecer y haciéndole temer a ella que nunca regresaría. Pero se mantuvo, incluso cuando se mudaron a la ciudad, donde las flores escaseaban en los barrios obreros. Aunque la rutina debió mudar al rosa de unas flores que crecían en un solar cercano a un cementerio.
Valeriana roja, Milamores
CENTRANTHUS RUBER
Sólo cuando regresaron al pueblo, estando él muy enfermo, retornó la rutina a su amarillo original, el color preferido de ella desde aquel lejano día del verano de 1963.
-La datificación del primer año se inicia en julio y la del último finaliza en marzo, cuando él fallece. Hacía doscientos setenta días que le había entregado a ella la última flor.
-No están incluidas las flores de los ramos que él le entregó en ocasiones, como el festejo del matrimonio, el nacimiento de sus hijos o los aniversarios. Ella nunca las contabilizó porque entendía que formaban parte de las convenciones sociales, al margen de su rutina íntima.
Flores pequeñas de color amarillo dorado, florecen en verano. Tallo erecto de 60 a 90 cm. Hojas pinnadas, verde oscuro y aromáticas, profundamente dentadas.
Flores numerosas, con la corola de color rosado o rojo oscuro, con espuela, se agrupan en racimos. Tallo redondeado y liso, alcanza entre 30 y 60 cm.