La Fiesta Está Viva

Nuestro Mundial

El Mundial del Toreo aglutina a todas las nacionalidades taurinas en la feria de San Isidro en Madrid, señala Rafael Cué.

San Isidro, para los aficionados a los toros, es una referencia obligada dentro del calendario taurino. Se ha dicho siempre que abrir la Puerta Grande de la plaza de toros Las Ventas de Madrid cambia la vida de los toreros que lo logran; eso quizá no viene en automático, pero con la suerte necesaria, la correcta administración y la capacidad de mantenerse triunfando en cada tarde con cada toro, sin duda, consolida las carreras, los toreros se hacen ricos y se colocan en figura.

Es por esto que Madrid tiene tanta importancia. Se lidia al toro más grande; no necesariamente el mejor toro en cuanto a hechuras, pero el toro de Madrid es el toro de Madrid y juega un papel fundamental en el devenir de la feria. El público de Madrid es una especie de monstruo de dos cabezas —dicho de manera respetuosa—: están los aficionados que exigen seriedad, mostrando respeto, donde el silencio es el cruel aval, y el aplauso y la pasión, el generoso reconocimiento, distintos extractos de la sociedad española conviven en armonía en un ejemplo de moderna democracia; por otro lado, existe el Tendido 7, sección de la plaza de toros donde se arremolina un grupo de aficionados, no diré si buenos o malos, con un único criterio para ver toros, lo cual genera un peso específico no siempre positivo para el toreo. Se confunde a veces la bravura con la fiereza, la movilidad con la embestida y el toreo con las posturas. Sin que me guste el 7, no puedo dejar de reconocer que juega un papel importante dentro de San Isidro.

Bajo este entorno, Las Ventas de Madrid es el epicentro del toreo mundial durante mayo y junio. Cuando decimos el Mundial del Toreo es precisamente porque prácticamente todas las nacionalidades taurinas tienen representación en esta maratónica feria. Para 2018 se han programado 34 festejos consecutivos, divididos en 3 novilladas, 27 corridas de toros, 3 corridas de rejones y un concurso de recortadores, comenzando mañana miércoles 8 de mayo, y hasta el domingo 9 de junio. Se lidiarán 204 toros, la derrama económica en restaurantes y hoteles es inmensa para Madrid, y la cobertura mediática a nivel mundial es también importante.

Teseo Comunicación, encabezada por José Ramón Lozano, ha diseñado y producido una acertada imagen para el Mundial del Toreo, comunicando cultura al plasmar en el pecho o en la espalda de toreros, rasgos de su cultura nacional, con buen gusto, calidad y sencillez, como las cosas buenas.

San Isidro contará con presencia mexicana en tres corridas de toros: el 10 de mayo, Joselito Adame hará el paseíllo junto con Román y José Garrido, ante toros de Fuente Ymbro; el día 13, Sergio Flores regresa a Las Ventas, al lado de Alberto Aguilar y Francisco José Espada, ante astados de Baltasar Ibán; Luis David Adame, por su parte, tiene la oportunidad de actuar en Las Ventas dentro de la Corrida de las Naciones, el 31 de mayo, ante un solo toro, alternando con el galo Juan Bautista, el colombiano Luis Bolívar, el hispano Juan del Álamo, el peruano Joaquín Galdós y el venezolano Jesús Enrique Colombo, ante toros de El Pilar y Moisés Fraile.

Siempre nos sabe a poco la presencia mexicana, toreros como El Payo, Arturo Macías, Juan Pablo Sánchez, Fermín Rivera, Fabián Barba, Arturo Saldívar y Leo Valadez —sólo por mencionar algunos— tienen probada capacidad y calidad taurina sobrada para comparecer en Madrid, siendo mucho mejores toreros que algunos nombres hispanos anunciados, de eso no me cabe duda y no me cansaré de decirlo.

2018, año mundialista, ha dado la pauta para una de las mejores campañas publicitarias que he visto. Teseo Comunicación, encabezada por José Ramón Lozano, ha diseñado y producido una acertada imagen para el Mundial del Toreo, comunicando cultura al plasmar en el pecho o en la espalda de toreros, rasgos de su cultura nacional, con buen gusto, calidad y sencillez, como las cosas buenas.

Esta campaña es el preámbulo para nuestro mundial, el mundial de la cultura y el orgullo de experimentarla para sentirnos vivos con el único espectáculo en el planeta, capaz de hacernos sentir emociones que ningún otro espectáculo puede.

Suerte para los nuestros, suerte para todos los que harán el paseíllo y llevan (sin temor a equivocarme) un mes sin dormir tranquilos.

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