La Feria

La Cofece investiga #Capufeleaks

El cambio sexenal será una oportunidad para que distintos factores de poder, entre ellos los órganos autónomos, extiendan a favor de la sociedad su capacidad de ejecución.

Hace un año en EL FINANCIERO TV se reveló que en la cúpula de Caminos y Puentes Federales (Capufe) operaba, por lo menos hasta entonces, un esquema para adelantar información privilegiada a empresas que luego resultaron ganadoras de contratos por 770 millones de pesos.

La investigación periodística llevó por nombre #Capufeleaks, y a partir de decenas de correos electrónicos y otros documentos, Raúl Olmos, reportero de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), dio detalles sobre cómo el número dos de Capufe, Mauricio Sánchez Woodworth, filtraba a su cuñada información sobre obras que estaban por ser licitadas y esta persona, de nombre Estela Vega, fungía como intermediaria con compañías que resultarían ganadoras. En la trama participaba además un líder sindical.

Los correos presentados en la investigación no dejaban lugar a dudas: empresas, intermediaria, sindicalista y funcionario se hablaban con familiaridad y planeaban sobre las operaciones que estaban en sus manos y hasta de depósitos.

A la investigación, dada a conocer en el espacio de la periodista Olivia Zerón y en https://contralacorrupcion.mx/web/capufeleaks/, siguió un pronunciamiento de Capufe, y luego el silencio. Sobre todo el silencio de Benito Neme, compadre del presidente Enrique Peña Nieto y eterno suspirante a la gubernatura de Tabasco.

Ayer jueves, el tema revivió públicamente. La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) dio a conocer que ayer publicó en el Diario Oficial de la Federación "el extracto del aviso de inicio de una investigación de oficio por la probable realización de prácticas monopólicas absolutas en el mercado del servicio de mantenimiento, estabilización y/o protección de taludes y terraplenes de autopistas en el tramo carretero Cuernavaca-Acapulco".

La Cofece subrayó que "esta indagatoria es la primera que se realiza en un mercado relacionado con la contratación de obra pública en el país".

La investigación, que lleva el número de expediente IO-005-2017, se abrió el 30 de noviembre de 2017 y podrá durar hasta 600 días hábiles.

Cuando se publican investigaciones periodísticas hay quien dice que éstas no sirven de mucho, pues luego 'no pasa nada'.

Una aseveración de ese tipo puede deberse al contraste que las audiencias advierten entre lo que ocurre en cualquier otro país –de Guatemala a Corea, donde hay renuncias o enjuiciamientos de funcionarios– y lo que no ocurre en México cuando un político es evidenciado por una investigación periodística y/o gubernamental.

Pero es incorrecto eso de que 'no pasa nada'. Que le pregunten a Javier Duarte o a Roberto Borge si su vida sería hoy la misma, si en su borrachera de poder no se hubieran atravesado ciudadanos valientes que denunciaron despilfarros y agandalles, y periodistas que investigaron y publicaron esas denuncias.

La pinza contra el 'no pasa nada' debería cerrarse con órganos de vigilancia y de procuración de justicia que hagan su trabajo cuando se publican denuncias de irregularidades o delitos. Como ahora ocurre con Cofece en Capufeleaks.

Independientemente de quién gane, la elección marca el fin del poder en el sexenio. Lo que seguirán son negociaciones entre ganadores y perdedores, y traspaso de bártulos.

Pero el cambio sexenal marcará también una oportunidad para que distintos factores de poder, entre ellos los órganos autónomos, extiendan –a favor de la sociedad– su capacidad de ejecución. Claro, si eso, ser más independientes y más proactivos, es lo que desean. Si no, veremos cómo negocian con recién llegados las formas de un arreglo político. Por lo que hemos visto en Cofece, podría ser la oportunidad para que ese órgano cobre aún más protagonismo. Ojalá.

Porque a la hora de denunciar al gobierno no podemos cometer la ingenuidad de confiar que ellos se investigarán a sí mismos. Y para muestra ahí están la Procuraduría General de la República y la Secretaría de la Función Pública. Cuando Capufeleaks se dio a conocer, PGR y SFP emitieron sendas comunicaciones en donde anunciaban que investigarían los hechos denunciados. Y luego vino el silencio. Un año sin saber de ellos en este asunto. Nada raro, por lo demás.

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