Al exdiputado Jorge Álvarez Máynez, integrante de Movimiento Ciudadano y precandidato a secretario general de ese partido, no le gustaron las preguntas de René Delgado a Andrés Manuel López Obrador el lunes pasado, en Tercer Grado.
Mientras se emitía esa edición especial del programa de Televisa, en su cuenta de Twitter, @AlvarezMaynez, escribió: "Que pena ajena ver a René Delgado iniciar su participación preguntándole a AMLO: ¿Cómo quiere que me refiera a usted, presidente López Obrador?"
Está de moda denostar a los periodistas. Y a quienes ese deporte practican les sale baratísimo su pasatiempo. Es más, algún extraviado pensará que incluso es rentable tirar pastelazos a los reporteros. No saben, o quizá sí pero son unos irresponsables, que pueden estar contribuyendo al socavamiento de nuestra endeble democracia.
Claro está que forma parte de la libertad de todos el criticar a los periodistas. Y tanto que se puede criticar de cuanto los diaristas hacemos o dejamos de hacer. Pero hay de críticas a críticas, y de críticos a críticos.
Quizá sea mucho pedirle al señor Álvarez Máynez, que en su cuenta de Twitter se llama a sí mismo un servidor público, que al menos intente el rigor intelectual de no sacar de contexto lo que sí preguntó René Delgado.
Pero demos por bueno que a Álvarez Máynez le parece "de pena ajena" la manera, un tanto formal, es cierto, pero así lo advirtió el propio periodista, de iniciar sus preguntas a AMLO.
Supongo que en los cientos de entrevistas periodísticas que en su corta vida ha realizado el señor Álvarez Máynez, él domina ese género del oficio reporteril de modo tal que considera que es impropio iniciar con un tema que podría, o no, generar empatía entre entrevistador y entrevistado, situación que ayuda a sacar más información; eso sin decir que esa pregunta de René además indagaba sobre la manera en que López Obrador cree que la investidura presidencial cambiará al otrora Peje.
Vale, eso a Álvarez Máynez le pareció de "pena ajena". Muy su derecho. En Twitter pasa mucho eso. Cuando son los Oscar, todo mundo sabe de cine, cuando es el mundial, todo dios se cree Cruyff, y cuando se ve una entrevista en vivo, Bob Woodward, ya no digamos René Delgado, es un pelele frente a cualquier tuitero de medio pelo.
Pero Álvarez Máynez no es un tuitero cualquiera. Su activismo es más parecido al de un cruzado (dicho esto sin sorna), un cruzado que quizá debería estar agradecido de que exista alguien como René Delgado.
Porque cuando este "servidor público" estaba lejos de vivir de la política, René ya codirigía el más importante periódico de México de los últimos 25 años.
¿Alguna vez Álvarez Máynez inspiró su carrera de "servidor público" en algo que leyó en las páginas editoriales de Reforma? Bueno, querido amigo (es doblemente un decir) naranja, durante cosa de casi 25 años René editó todos y cada uno de los artículos que en esas dobles planas se publicaron. Todos y cada uno. Los que tuvimos la fortuna de verlo armar esas páginas editoriales, así como miles de primeras planas, sabemos que René es obseso del rigor, además de un puntilloso editor y un periodista juicioso. Y eso sin mencionar ni uno solo de los suplementos Enfoque que sacó a la luz, en su momento la lectura dominical indispensable.
¿Cree de verdad Álvarez Máynez que Reforma ha "sido una alternativa fundamental de libertad y crítica. Hoy uno de los pocos espacios no colonizados por el nuevo régimen", como tuiteó ayer en el aniversario 25 de ese diario? Pues qué raro que crea eso de Reforma y se atreva a tener "pena ajena" por uno de los pocos periodistas sin los cuales no se entienden ese cuarto de siglo.
Esta no es una defensa de René Delgado. Ni su trabajo, excepcional en nuestro medio, como tampoco su persona (ídem), precisan de defensores.
Esto cuando mucho es sólo un recordatorio de lo fácil que la tiene un "servidor público" cuando se trata de denostar a un extraordinario reportero. Se llame Trump o Álvarez Máynez. Gente que pierde de vista su función y su circunstancia.
Cuando más necesita el país de sensatez y visiones constructivas, a una de las figuras ascendentes de un partido (MC) llamado a cosas importantes, le parece que su contribución al discutir una entrevista a López Obrador es cuestionar a un periodista por su caballeroso estilo. ¿Tanto por aportar y acabar por elegir eso, no es de pena ajena?
Pero no te preocupes, querido (es otro decir) "servidor público". Estate seguro de una cosa: te gusten o no sus preguntas, y desde un espacio muy lejano a la zalamería, René seguirá buscando aportar información y análisis sobre lo que nos pasa como país. Para otros, ahí está Twitter.