El desgaste y los altos niveles de estrés en los ambientes laborales debido a largas jornadas y poco espacio de tiempo para la vida personal pueden provocarte el síndrome de Burnout o mejor conocido como el 'síndrome del quemado', que se reflejan en una baja de productividad, y cansancio mental, físico y emocional.
Este síntoma se produce por el alto nivel de estrés por la sobrecarga de trabajo, poca motivación de los jefes, ausencias de recompensas por el esfuerzo realizado, falta de imparcialidad ante los empleados (injusticias), falta de oportunidades de crecimiento o poca capacitación en el trabajo delegado.
Las alteraciones de conducta se presentan a través de desórdenes alimenticios, uso de drogas, fármacos o alcohol, tabaquismo, ira o conducción temeraria. Las alteraciones emocionales se presentan como depresión, ansiedad, irritabilidad, baja autoestima, desmotivación, poca concentración, frustración o distanciamiento emocional.
Este tipo de síndromes es más frecuente en mujeres, personas sin pareja o con poco apoyo familiar, y durante los primeros años de trabajar de manera formal o al ingresar a una nueva empresa, señala la firma de desarrollo de software especializada en soluciones administrativas para Pymes Microsip.
Para evitar el síndrome del quemado, estos son algunos tips:
Cuida tu salud
Observa y conoce tu cuerpo, realiza diferentes actividades que beneficien tu salud como salir a caminar en horarios libres, haz ejercicio y come saludablemente; evita la comida chatarra.
Establece prioridades laborales y personales
Es importante fijarse metas y seguir el camino que nos lleve a ellas lo antes posible. Habrá ocasiones que diferentes actividades personales deban estar por encima del trabajo, para ello, analiza si tu empresa te está absorbiendo más de lo razonable o si eres tú mismo quien se está exigiendo de más para alcanzar dichos logros. Tómate un respiro y analiza si la carga de trabajo te rebasa en niveles que te olvidas de tu vida personal.
Recupera la inspiración
Pregúntate por qué te encuentras en tu actual empleo, cuáles son los motivantes para seguir en él, qué cosas te brinda la empresa que posiblemente no encontrarás en ninguna otra. Posiblemente te encuentras pagando tu casa o auto, la empresa te da la oportunidad de aprender cosas nuevas o adquirir mayor experiencia, o quizá tienes una buena oportunidad de crecimiento laboral. Enfócate en esto para saber que estás haciendo lo correcto y que siguiendo el buen camino obtendrás recompensas más adelante.
Realiza actividades que te apasionen
Practicar algún deporte, salir a tomar alguna copa o café con amigos, leer un libro, caminar por la ciudad, salir de fin de semana a otro pueblo, o andar en bicicleta, son algunos de los escapes que podemos llevar a cabo para disminuir el estrés de la semana laboral, además de favorecer la vida personal con actividades que no tengan que ver con el trabajo o hablar de los problemas que nos encontramos a diario en él.
Renueva objetivos
Piensa si tus objetivos actuales son los mismos que cuando ingresaste a la empresa u obtuviste otro puesto, o si siguen siendo los mismos de cuando comenzaste a laborar de manera profesional. ¿Tu actual empleo te está llevando a esos objetivos? Tal vez necesites encontrar nuevamente la inspiración o camino en tu empleo solicitando un nuevo puesto o, quizás es momento de iniciar un nuevo proyecto o búsqueda de trabajo que te haga sentir realizado profesionalmente.
Comunicación
Habla con tus compañeros de trabajo o jefes para tener un mejor ambiente laboral, no haya una mayor carga de trabajo, se puedan controlar malas actitudes de otros y exista respeto entre todos, o puedas apoyarte en ellos en cualquier momento necesario que se deba delegar trabajo.
Fija horarios establecidos
Gestiona tu tiempo de forma correcta, con horarios de llegada y salida del trabajo, descanso, alimentación, ejercicio o actividades recreativas que nos permitan olvidar la jornada laboral. Habrá ocasiones extraordinarias en que el trabajo te lo impida, pero evita que el trabajo te absorba de tu vida personal.
Aprende a decir "NO"
Cada actividad que aceptamos añade otra a la lista de compromisos a realizar; si no puedes llevar a cabo dicha tarea, es mejor comenzar a decir "no". Si tu jornada laboral te permite realizar más actividades, acéptalas sin poner en segundo plano los trabajos principales.