CIUDAD DE MÉXICO.- Joaquín "El Chapo" Guzmán, jefe del Cártel de Sinaloa, era un prófugo legendario, al grado de que fue calificado como el Osama bin Laden de México. El capo más poderoso y escurridizo, finalmente fue capturado después de más de una década de huir de la justicia.
Guzmán fue detenido durante la noche en un hotel de Mazatlán, en México, por autoridades mexicanas y de Estados Unidos.
Hasta el momento ninguna autoridad del Gobierno mexicano ha confirmado oficialmente la detención de Guzmán, que tiene actualmente 56 años.
En la Ciudad de México, el portavoz presidencial Eduardo Sánchez dijo que las autoridades "capturaron un individuo", cuya identidad no ha sido confirmada.
El Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Alejandro Rubido García, y Eduardo Sánchez, alistan un mensaje al filo de las 13:00 horas en la Secretaría de Gobernación.
El expresidente Felipe Calderón felicitó al Gobierno de Peña Nieto por la presunta captura, que calificó de "gran golpe".
Felicito al Presidente Peña Nieto, al Gral @S_Cienfuegos_Z, a @gobrep, y a @SEDENAmx por la captura de Joaquín Guzmán. Gran golpe.
— Felipe Calderón (@FelipeCalderon) febrero 22, 2014
La captura de Guzmán es una victoria inesperada para el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, quien al asumir el cargo prometió reducir la violencia por la guerra contra el narcotráfico.
La aprehensión del capo puso fin a una búsqueda de muchos años. Se dijo que vivía en todas partes, desde Argentina hasta Guatemala, desde que en 2001 escapara de una prisión, oculto en un vehículo de lavandería, un hecho que alimentó su fama.
En vista de que empleados de la propia prisión lo ayudaron a fugarse, por años circularon rumores de que fue ayudado y protegido por el gobierno. Años después se dijo que la administración del ahora ex presidente Felipe Calderón pareció enfocarse en atacar a los cárteles rivales del Cártel de Sinaloa.
En más de una década de estar huyendo de la justicia, Guzmán llegó a ser de un capo de medio rango a ser el traficante de drogas más poderoso del mundo.
Acumuló una fortuna superior a los mil millones de dólares, de acuerdo con la revista Forbes, que lo incluyó en su lista de las "Personas más Poderosas del Mundo" y lo colocó arriba de los presidentes de Francia y Venezuela.
El Cártel de Sinaloa se volvió más sangriento y poderoso, controlando gran parte de las lucrativas rutas de tráfico a lo largo de la frontera con Estados Unidos, incluyendo ciudades estratégicas como Tijuana y Ciudad Juárez.
La lucha de poder de Guzmán contra cárteles locales causó baños de sangre en Tijuana e hizo de Juárez una de las ciudades más peligrosas del mundo.
En poco más de un año, la mayor redada de la policía fue una carga de 134 toneladas de mariguana relacionada con el Cártel de Sinaloa, además de un laboratorio gigante de metanfetaminas en el oeste de México y cientos de toneladas de precursores químicos incautados en México y en Guatemala.
Los tentáculos de su cártel se extienden desde Argentina hasta Australia gracias a un sofisticado sistema de distribución internacional de cocaína y metanfetaminas.
Una imputación judicial estadounidense presentada en San Diego en 1995 acusa a Guzmán y 22 integrantes de su organización de asociación delictuosa para importar más de ocho toneladas de cocaína y de lavado de dinero. Se emitió una orden provisional de arresto tras la formulación de los cargos, de acuerdo con el Departamento de Estado norteamericano.