MEXICO.- El pleno del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito ordenó que se capture nuevamente al capo narcotraficante Rafael Caro Quintero, sentenciado por el homicidio de un agente antidrogas estadounidense pero liberado en el 2013 por un fallo que enfureció a las autoridades de Estados Unidos.
En acatamiento a una resolución de la Suprema Corte que hace más de un año revocó el fallo que liberó a Caro Quintero, el tribunal declaró nuevamente culpable al capo del secuestro y homicidio en 1985 de Enrique "Kiki" Camarena, agente de la DEA y de Alfredo Zavala Avelar.
Con esa nueva determinación, se ordena también nuevamente la detención de Caro, por quien Estados Unidos ofrece una millonaria recompensa para detenerlo y juzgarlo en ese país. Hasta ahora, sin embargo, se desconoce su paradero.
El fallo del tribunal fue divulgado por el Consejo de la Judicatura Federal (CJF).
En este sentido, el CJF decretó el sobreseimiento en el proceso por los delitos de homicidio calificado en agravio de dos personas, además por los delitos de privación ilegal de la libertad de campesinos de tres ranchos ubicados en el estado de Chihuahua.
Asimismo también se ordenó el sobreseimiento en lo relativo al proceso por el delito contra la salud en la modalidad de siembra y posesión de marihuana con la finalidad de tráfico.
Por otra parte, se notificó sobre la absolución de la acusación formulada en contra de Caro Quintero por el delito de asociación delictuosa.
Caro Quintero fue liberado en agosto de 2013, cuando llevaba 28 años de prisión por el homicidio de Camarena.
El tribunal que liberó al narcotraficante señaló que el juicio en su contra debió ser ante una corte estatal y no federal, debido a que se le procesó por homicidio, un delito considerado del orden común.
Sin embargo, la autoridad federal apeló el caso por considerar que sí fue correcto que fuera juzgado en una corte federal porque la víctima era un agente con carácter diplomático que trabajaba en México.
Caro Quintero fue sentenciado a 40 años por el secuestro, tortura y asesinato del agente en 1985.
Tras su salida, el Departamento de Justicia de Estados Unidos se declaró "extremadamente decepcionado" por la liberación, que dijo que era "sumamente alarmante".
En una carta dirigida al procurador general Jesús Murillo y divulgada en medios en diciembre, el capo pidió no ceder a lo que calificó de presiones de Estados Unidos y consideró que su castigo ya la había pagado con los 28 años que estuvo preso.
Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de cinco millones de dólares por información que lleve a su captura para poder juzgarlo en su territorio.