Aquí está la visión de Google para el futuro de la informática: mientras vuelves a casa desde el trabajo, le dices al coche, "Ok, Google", y así activas Assistant. Ordenas comida, y el ayudante digital realiza la transacción y se asegura de que esté lista cuando llegues.
Pero, en este momento, Amazon y su asistente digital Alexa están más cerca del objetivo, tras haber cerrado un acuerdo este año con Ford para permitir a los conductores buscar, comprar y controlar otros dispositivos con la voz desde sus vehículos.
Esa es sólo una de las formas en que Amazon está superando a Google en la carrera por proporcionar un asistente digital a los consumidores. Además, Amazon tiene un negocio líder de comercio electrónico muy adecuado para este mundo emergente.
Los altavoces Echo de Amazon, lanzados en 2014, han dado a Alexa una ventaja temprana al llegar a millones de usuarios en sus casas, mientras que el rival de Google, el dispositivo Home, salió apenas el año pasado.
"Amazon obtuvo este liderazgo en 2014 porque quería vender más cosas a la gente de nuevas maneras", dijo Brian Roemmele, fundador de ReadMultiplex.com, sitio de comercio y computación basado en la voz.
ASISTENTE MÁS ÚTIL
Amazon tiene miles de aplicaciones basadas en la voz ya en funcionamiento y supera con mucho la cifra de Google. La división de Alphabet usó su conferencia de desarrolladores este mes para tratar de reducir el liderazgo de Amazon, atrayendo programadores capaces de crear herramientas y servicios que puedan hacer que Google Assistant sea más útil.
Las funciones de vehículo y pago fueron lanzadas para ampliar las tareas del Assistant más allá de cómo la gente lo usa ahora, como activar alarmas y poner música.
Los gigantes tecnológicos piensan que la informática basada en la voz podría ser la próxima gran plataforma, después del móvil. La empresa que gane tendrá una mayor cantidad de usuarios hablando con dispositivos y la mayoría de los desarrolladores estarán dedicados a crear nuevas experiencias.
Google Assistant sólo ha estado activo desde hace seis meses, lo cual es una gran desventaja cuando se trata de crear ese círculo virtuoso de usuarios y desarrolladores.
Ninguna de las dos firmas se ha acercado al sueño de una máquina que converse con naturalidad. Pero Google se apoya en su experiencia en la inteligencia artificial, el reconocimiento de voz y comprensión del lenguaje para salir ganadora cuando esa forma de interacción entre seres humanos y computadoras despegue.
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