El cofundador de la startup Noveto Systems tuvo cinco minutos para impresionar a unos mil ejecutivos de firmas automotrices, inversores en capital de riesgo y empresarios con su novedoso sistema de audio. Estaba en juego un posible acuerdo de proveerlo a Mercedes-Benz.
Después de un comienzo tentativo, Tomer Shani pidió a la multitud en Stuttgart, Alemania, que "imaginara un mundo sin auriculares ni cables", donde los altavoces emitieran sonido directamente a los oídos, pero imperceptible para otros oyentes que estuvieran cerca. Luego los invitó a probarlo en un sedán Mercedes S-Class en un rincón de la sala de exposiciones.
La reunión, auspiciada por Daimler AG, incluía presentaciones de las 13 firmas que surgieron de un centro de innovación que la automotriz ayudó a montar en 2016. El evento destaca cómo fabricantes de autos han comenzado a ajustarse a la tecnología que irrumpe en su industria.
"Tenemos que hablar de una nueva estructura de socios y proveedores", dijo Sajjad Khan, vicepresidente de vehículos digitales y movilidad en Daimler. "Tenemos que manejarnos con ágiles startups, pequeñas empresas activadas por software o incluso individuos con conceptos innovadores".
Mientras los coches se llenan de dispositivos, las automotrices buscan ventajas tecnológicas. También enfrentan el reto que representan empresas que están cambiando la forma en que la gente piensa cómo trasladarse, como Alphabet y Uber Technologies.
Las inversiones en startups enfocadas en autos alcanzaron 16 mil 300 millones de dólares en la primera mitad de 2016, frente a 16 mil 100 millones en todo 2015, según la consultora Oliver Wyman.
El año pasado, Daimler cofundó la startup Autobahn en Stuttgart junto al inversor Plug and Play y la Universidad de Stuttgart. El plan es crear un centro de innovación en la región para explorar ideas relacionadas con movilidad y automatización en fábricas. Las startups en el programa fueron elegidas de entre unas 300 solicitudes.
Para los fabricantes de autos, identificar ideas prometedoras es sólo el primer paso. La parte más difícil es volverlas productos que puedan cubrir las normas industriales y soportar los rigores del mundo real: el uso diario, las carreteras con baches y desniveles, el calor del desierto y el frío del Ártico
Tech