Náuseas, vómitos y pérdida del cabello aparecen con la quimioterapia. Los pacientes saben que deben esperarlos y los médicos, incluso aquellos que normalmente no tratan el cáncer, saben cómo manejarlos.
Una potente nueva generación de terapias que aprovechan el sistema inmunológico del cuerpo ha traído resultados prometedores para cánceres mortales, pero también algunos efectos secundarios impredecibles, que van desde una erupción leve a daños graves en órganos. Cuándo o si van a aparecer estos efectos es un acertijo.
Es como aventar un dado al aire, dijo Betsy Plimack, oncóloga con experiencia en cáncer de vejiga en el Fox Chase Cancer Center de Filadelfia. "Es alto riesgo, alta recompensa. Tal vez usted será una de esas personas que tienen cero efectos secundarios y cuyo tumor se encoge, o tal vez su tumor va a crecer sin importarle la terapia y usted se debilitará con algún evento autoinmune".
Para muchos pacientes, el riesgo vale la pena. Las drogas, conocidas como inmunoterapias, han prolongado vidas y a veces ponen en remisión lo que parecía ser un tumor incurable, incluso después de que fracasaron otros tratamientos.
Casi muero
Tom Reilly lo sabe de primera mano: uno de los tratamientos que salvan vidas casi lo mató. El ejecutivo de 63 años fue diagnosticado en 2009 con melanoma avanzado, la forma más mortal de cáncer de piel. Se inscribió en un ensayo clínico para lo que se convertiría en la primera inmunoterapia aprobada en Estados Unidos: Yervoy, de Bristol-Myers.
Durante 11 meses, Reilly no tuvo efectos secundarios. Decepcionado, pensó que estaba recibiendo el placebo. En octubre de 2010, se dirigía a un torneo de golf fuera de la ciudad cuando comenzaron los calambres estomacales y la diarrea; esa noche, comenzó a sangrar mucho de su recto.
"¡Estás en la droga! Sientes que has rascado un billete de lotería y has ganado, pero casi te estás muriendo", dijo Reilly en una entrevista telefónica.
Historias como la de él han aparecido en todo el país desde 2011, cuando Yervoy llegó al mercado. El fármaco fue seguido por la llegada productos como Keytruda, de Merck & Co.'s, una droga para diversos cánceres incluyendo melanoma y cáncer de pulmón que los analistas predicen alcanzará más de 11 mil millones de dólares en ventas en 2023.
A medida que las farmacéuticas busquen la aprobación para más cánceres y combinen tratamientos para aumentar su potencia, surgirán más complicaciones. Los riesgos de seguridad podrían en última instancia limitar el uso de drogas.
La semana pasada, los reguladores estadounidenses suspendieron varios ensayos experimentales utilizando cocteles de fármacos de inmunoterapia en pacientes con mieloma múltiple y otros cánceres de sangre. Los estudios clínicos realizados por Bristol-Myers, Celgene, AstraZeneca y Roche se suspendieron después de que los pacientes con mieloma múltiple murieron en un ensayo de Keytruda, de Merck.
"No hay una causa obvia que destaque", dijo Roy Baynes, jefe mundial de desarrollo clínico de Merck, en una entrevista el sábado. "Estos son a menudo pacientes muy viejos. A menudo están muy enfermos. Y es posible que sólo se esté viendo, esencialmente, la toxicidad acumulativa de los tratamientos".
Los nuevos efectos secundarios pueden ser pasados por alto incluso por los profesionales. Cuando Reilly llamó al consultorio de su médico con síntomas de intoxicación alimentaria, le dijeron que tomara el medicamento común para la diarrea Imodium mientras esperaba a ser visto. Sólo más tarde fue diagnosticado con colitis ulcerosa, una condición mucho más grave.
"Todo el campo de la medicina necesita aprender más acerca de estos efectos secundarios", dijo Lecia V. Sequist, profesora asociada de medicina en el Hospital General de Massachusetts.
Las toxicidades emergen
Las últimas investigaciones sobre el tema se presentarán en la reunión de la Sociedad Europea de Oncología Médica que se está celebrando en Madrid, una de las mayores reuniones de investigadores, farmacéuticos y oncólogos. Incluye sesiones sobre cuándo suspender la inmunoterapia, información sobre cómo manejar los efectos secundarios y perspectivas sobre la predicción de las toxicidades que surgirán.
Para los pacientes en las terapias que utilizan el sistema inmune, hay cambios sutiles que podrían requerir una visita urgente al médico, dijo Jennifer Litton, jefe de investigación clínica en el departamento de oncología médica del seno en el Centro de MD Anderson en Houston. Diarrea, dificultad para respirar o un raro dolor de cabeza son síntomas que no necesariamente serían preocupantes en pacientes que usan otros tipos de drogas, señaló.
En muchos casos, sin embargo, los pacientes se sienten bien. Alrededor del 40 por ciento de las personas tratadas por cáncer gastrointestinal con las nuevas medicinas no tienen un solo efecto secundario, según Plimack.
"Con la inmunoterapia, usted tiene que tratar a mucha gente antes de ver estos casos realmente raros", dijo Bruce Johnson, presidente de la Sociedad Americana de Oncología Clínica.
Sistema inmunitario debilitado
Los pacientes no siempre dicen a sus médicos cuando se dan cuenta de que algo está mal. Algunos temen que se les quite la droga o se les administre una dosis más baja. Otros piensan que es sólo una señal de que el tratamiento está funcionando.
Y algunos, como Reilly, no se dan cuenta de la gravedad de su condición. Cuando los calambres del estómago comenzaron, él llamó a su oncólogo, pero de todos modos terminó su torneo del golf en Westchester, Nueva York. Cuando regresó a casa, fue admitido en el Hospital General de Massachusetts, pasó meses tratando de curar su tracto intestinal.
En el camino vino una serie de otros efectos secundarios, incluyendo aftas y herpes zóster en los ojos, a causa de su sistema inmunológico debilitado.
"Tu cuerpo se convierte en una esponja para cualquier infección que está por ahí", dijo Reilly.