Sin quererlo ni beberlo, la boxeadora taiwanesa Lin Yu-ting se ha visto envuelta en una intensa polémica durante su paso por los Juegos Olímpicos de París 2024, con constantes dudas y desinformación en torno a su género, lo que no ha impedido que se haya metido de lleno en la pelea por las medallas.
Ganadora del oro en los Juegos Asiáticos del año pasado, y dos veces campeona del mundo, Lin competirá este miércoles con Esra Yildiz (Turquía) por un lugar en la final de la categoría de 57 kilogramos, después de vencer con claridad a Sitora Turdibekova (Uzbekistán) y a Svetlana Staneva (Bulgaria) en las rondas previas.
La participación de la púgil taiwanesa en estos Juegos ha estado marcada por una sombra de sospecha: al igual que sucedió con la argelina Imane Khelif, Lin fue descalificada del Campeonato Mundial de Boxeo de 2023 por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), que les realizó test ya con la competencia en curso. Según la IBA, las boxeadoras no pasaron las pruebas, sin informar más al respecto de las mismas; ninguna de las dos pasó por exámenes de testosterona. Sin embargo, la asociación determinó que tenían “ventajas competitivas sobre otras competidoras femeninas”.
¿Qué ha dicho Lin Yu-Ting sobre su participación en París 2024?
“No puedo controlar lo que digan los demás. Pueden decir lo que quieran, pero yo también puedo hacer lo que quiera. No tengo que cumplir con los estereotipos”, aseguró la deportista taiwanesa Lin Yu-Ting, de 28 años, en una reciente entrevista con la agencia estatal de noticias CNA.
El test fue desacreditado por el Comité Olímpico Internacional. El Comité Olímpico de Argelia también respaldó a su atleta, Imane Khelif. Sin embargo, los informes de la IBA han provocado una ola de violencia digital y mediática contra las boxeadoras, dentro y fuera del mundo del deporte.
Sobre ambas atletas, se ha dicho que “no lucen como mujeres” al no encajar en los estereotipos tradicionalmente “femeninos”, y se ha señalado que, al no ser “femeninas”, deben ser “hombres”.
PERFIL: Lin Yu-Ting, boxeadora desde la adolescencia
Nacida en Nuevo Taipéi y aficionada a los deportes desde pequeña, Lin se enfundó los guantes por primera vez a los trece años para ayudar económicamente a su familia: el afán por hacerse más y más fuerte derivó en una carrera plagada de éxitos y obstáculos, que fue superando con perseverancia y convicción.
Cuando todavía no había cumplido la mayoría de edad, Lin se convirtió en la primera taiwanesa en conseguir la medalla de oro del Mundial Juvenil Femenino, organizado por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), en 2013, brillando en la categoría de 51 kilogramos.
Ese hito fue el preludio de muchos otros triunfos, entre los que destacan dos campeonatos asiáticos (2017 y 2019), dos mundiales (2018 y 2022) y un oro en los Juegos Asiáticos de Hangzhou (China) del año pasado.
Entre medias, Lin vivió su debut olímpico en Tokio 2021 con más pena que gloria: la taiwanesa cayó en la primera ronda de la competición por 3 a 2 contra Nesthy Petecio (Filipinas) y, frustrada por no cumplir con las expectativas, estuvo a punto de retirarse.
“Puede que sientas alivio cuando no tengas que seguir adelante, pero es difícil renunciar a ello porque eso significa que toda tu dedicación y esfuerzos de la última década no sirvieron para nada”, afirmó en su momento la deportista.
Más allá de sus méritos deportivos, la presencia de Lin en estos Juegos ha sido muy criticada debido a su descalificación del Mundial de Boxeo de 2023, en Nueva Delhi, organizado por la IBA. Ahí obtuvo la medalla de bronce. Pero la organización le arrebató su medalla.
La postura de la IBA en esta cuestión ha sido fuertemente rechazada por el Comité Olímpico Internacional (COI), que ha defendido la elegibilidad de las mujeres boxeadoras para competir en la categoría femenil de boxeo. El propio Comité Olímpico de Taiwán presentó este martes una protesta formal ante la IBA e incluso amenazó con emprender acciones legales contra esta entidad.
El organismo taiwanés acusó a la asociación, que está expulsada del movimiento olímpico, de “seguir publicando información falsa para engañar al público e intentar interferir en los Juegos”.
Las disputas en torno a la atleta, registrada como mujer al nacer y que siempre se ha identificado con este género, ha provocado una cascada de solidaridad en su isla natal: el presidente taiwanés, William Lai (Lai Ching-te), expresó su “apoyo incondicional” a Lin, una boxeadora que, en palabras de la exmandataria Tsai Ing-wen, “no tiene miedo a los desafíos, ya sean de dentro o de fuera del ring”.
“Sólo quiero concentrarme en mi preparación y sostener la medalla contra mi pecho”, aseveró Lin al principio de una cita olímpica en la que, independientemente de las controversias, logrará el primer metal de su vida.
Con información de AFP.