NUEVA YORK.- Amores perros, del cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu, fue seleccionada para ser parte del libro The Best Latin American Films of the Decade, lanzado en Nueva York, destaca Conculta en un comunicado.
En la publicación participan investigadores como Julian Smith, Naief Yehya, Jerónimo Rodríguez, Howard Feinstein, Gerard Dapena y Misha MacLaird, para analizar cintas como Ciudad de Dios, Whisky, Autobús 174, Luz Silenciosa, Y tu mamá también y La niña sagrada, entre otras.
Smith vuelve a dar un vistazo a la cinta mexicana, sobre la que en 2003 en Estados Unidos el libro Amores perros, que fue traducido al español en 2005.
Citado en el comunicado, Smith aún recuerda cuando hace más de una década llegó por primera vez al Distrito Federal, para investigar sobre la película, que no lograba quitarse de la cabeza por su estructura, su estética y por una trama donde se conjugaban diversos y profundos arquetipos sobre la sociedad contemporánea.
Smith confiesa que a la fecha la cinta de González Iñárritu continúa impactándolo, e incluso recuerda y analiza la primera vez que vio el tráiler.
"A diferencia de la mayoría de los tráilers, éste no incluía diálogo alguno, cosa que suele ahuyentar al público anglosajón (...) La última secuencia de ese tráiler emplea unas imágenes subliminales, brevísimas fotogramas de actos de violencia que sólo se ven claramente cuando se congela el DVD".
Recordó que en el 2000 parecía poco probable el éxito de Amores perros por ser obra de un director novel que hasta ese momento sólo había realizado spots publicitarios y videoclips; también Gael García Bernal entonces era poco conocido y el filme tenía una extensión desmesurada de casi tres horas, además de ostentar un tema poco grato e incluso ofensivo para muchos públicos, algo que de hecho iba a dificultar su distribución internacional.
Sobre la construcción de la narrativa del filme que se constituye por tres tramas separadas, integradas sólo por la coincidencia de un choque automovilístico, Smith encontró en los archivos de la casa productora la última versión del guión de 127 páginas con el lema enigmático: "Versión definitiva plus… confidencial", que ostentaba el primer título de la película: Perro negro, perro blanco.
"Vi, por ejemplo, que el orden de muchas escenas se había cambiado y que sobre todo se habían eliminado secuencias en las que se trataba la historia de Valeria, la modelo española de la segunda trama. Asimismo, intenté establecer vínculos entre esa estructura al parecer tan innovadora de Guillermo Arriaga y la temática de Amores perros, algo melodramática, tan cercana a los patrones de la telenovela", se señala en el comunicado.
El especialista dijo que la carrera subsecuente del director mexicano ofrece ejemplos innumerables de pérdidas de personajes en duelo permanente que no saben ni pueden llorar. "Sin embargo, me parece que no hay duda que González Iñárritu ha conseguido una cosa muy importante: establecer una tercera vía entre el cine comercial sin ambiciones artísticas que no suele salir de casa, y los filmes de festivales puros y duros, destinados a una audiencia internacional pero muy reducida. Es un logro que se inició con esa película tan conocida, pero tan complicada, que es Amores perros".