Los cráneos-calaveras y esqueletos monumentales utilizados en la cinta Spectre, la más reciente entrega del Agente 007, fueron elaborados por el Colectivo Última Hora, integrado por alumnos y maestros de la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) de Oriente.
La participación de los cartonistas en la instalación de las mega-ofrendas del Día de Muertos en el Zócalo capitalino, así como la gran calidad y espectacularidad de sus trabajos, llamó la atención de la empresa productora del filme, que se dio a la tarea de buscarlos para sumarlos a la película.
"Los productores de la película investigaron quién hacía este trabajo, se pusieron en contacto con las autoridades del Faro de Oriente y éstas los canalizaron con nosotros. Después de una visita al Faro y una entrevista, pudimos lograr un acuerdo", explicó Raúl Osorio Maldonado, integrante del colectivo.
Osorio Maldonado detalló que la participación del Colectivo Última Hora en la cinta que se rodó en diversos espacios del Centro Histórico de la Ciudad de México, consistió en la elaboración de 11 esqueletos gigantes tipo marioneta y 12 mascarones en forma de cráneo. Además de la renta de diversas piezas, las cuales se elaboraron con diferentes materiales, tales como metal, cartón, espuma de poliuretano y esponja.
"Sabemos que la participación del Colectivo Última Hora en este tipo de producciones nos dará una mayor proyección, tanto a nivel nacional como internacional, dada la magnitud de dicho evento y dará a conocer el tipo de trabajo que realizamos. De esta forma se podrá conocer otra parte de la cultura de nuestro país", dijo Osorio.
Los cráneos y calaveras, que miden aproximadamente tres metros de altura, ya son patrimonio de la Ciudad de México, y la Secretaría de Cultura consideró conveniente su préstamo, en virtud de que a través del filme se podrá dar a conocer en el mundo tanto el trabajo artístico que realizan maestros y alumnos del Faro de Oriente.
A cambio del préstamo, la productora de la película Spectre en México, Redrum SA de CV se comprometió a costear los gastos por el traslado de estas piezas artesanales del lugar que ocupan en el Faro de Oriente a las diferentes locaciones donde se lleva a cabo el rodaje.
Así como de procurar el mantenimiento necesario para su preservación y a no modificarlas o mutilarlas, así como a contratar un seguro contra eventuales daños.