After Office

Así es el mapa musical de la CDMX

Las escenas musicales de la urbe son seres vivos en proceso de adaptación al hábitat, los cuales cohabitan y se mueven entre el eclecticismo y lo 'kitsch'.

En el terreno visual —escribió Carlos Monsiváis en 1995— la Ciudad de México era, sobre todo, la demasiada gente: la multitud que rodea a la multitud, la manera en que cada persona, así no lo sepa o no lo admita, se precave y atrinchera en el mínimo sitio que la ciudad le concede. Dos décadas después, en el terreno sonoro, se puede concluir algo similar.

En los últimos 20 años, la capital se ha convertido en un pozole musical sin mucho orden y con pocas escenas definidas. Aquella frase de "quien no conoce el Salón Los Ángeles no conoce México" hoy resulta caduca para una metrópoli edificada a base de ritmos tan diversos como los hombres que la habitan.

Así como se puede escuchar una cumbia en la Condesa, también es posible asistir a una fiesta de techno en las calles bravas de la Obrera o ver autos de lujo estacionados afuera del Patrick Miller, donde el high energy ya no está peleado con la opulencia.

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ROCK
Centro de Salud
Monterrey 136, Roma.
La casona antigua es ideal para las almas que buscan sonidos oscuros, como el death rock, el synth pop, el bath cave y el industrial.


El jazz, en cambio, sigue siendo un asunto de bares y escasos clubes —distribuidos igual en Anzures o Portales que en el Centro Histórico— y el rock, que fragmentado en subgéneros, se ha fusionado con otros sonidos y se ha refugiado en lugares más íntimos ante el surgimiento del fenómeno indie.

A estas conclusiones llega Local. Edición Especial de Música, que elabora la plataforma Local MX en conjunto con la editorial Travesías, y que no es otra cosa que una guía musical de la Ciudad de México a través de los ritmos que han cohabitado en ella a lo largo de las últimas cinco décadas: la música tropical, la electrónica, el jazz o el rock, la música clásica, la experimental o el hip hop.


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FREE JAZZ
Café Jazzorca
Municipio Libre
37-A, Portales.
íntimo, es el bastión de la improvisación libre, un auténtico espacio underground.


Se trata de una colección de seis libros que explican el origen y la evolución de cada género, porque cada sonido tuvo una forma distinta de adecuarse al pulso de la urbe más grande América Latina. Y así como los arquitectos aseguran que las ciudades son entes inacabados, los realizadores de este tomo tienen claro que las escenas musicales de la capital son seres vivos en proceso de adaptación a su hábitat: ecosistemas que cohabitan casi siempre bajo la norma de lo kitsch y lo ecléctico.

MÁS QUE UN MAPEO
"No quisimos hacer sólo una guía de foros musicales de la ciudad, sino un trabajo documental en el que contamos la historia y la realidad actual de lo que suena en nuestras calles. Entrevistamos a los protagonistas de cada escena, desde músicos y productores hasta dueños de antros, dueñas de sonideros y un organillero", comenta en entrevista con El Financiero la editora del proyecto, Annuska Angulo.

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ELECTRÓNICA
AM Local
Nuevo León 67, Condesa.
Este club lleva más de 10 años dedicado al género. Los mejores dj's mexicanos han pasado por su cabina.

Si bien en la periferia de la urbe aún predominan los ritmos tropicales, también es cierto que los legendarios sonideros —La Changa o Siboney, por citar un par de nombres— han superado la lucha de clases y se han colado en el Vive Latino —un festival que ha experimentado una “tropicalización” sin precedentes—, en bares hipsters de clase media como la Roma, e incluso han migrado a otros estados de la República porque la policía impone controles cada vez más estrictos para el cierre clandestino de calles, explica.

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EXPERIMENTAL
Ex Teresa Arte Actual
Primo Verdad 8, Centro.
Este museo del INBA está dedicado a las expresiones que rebasan los confines de lo establecido.


Algunos géneros, como la música clásica, siguen difundiéndose en los recintos de siempre, como Bellas Artes o la Sala Nezahualcóyotl. En cambio, hay otros, como la electrónica, que han visto mermada su escena a causa de los lugares donde se promueve, los cuales prefieren vender alcohol a ofrecer un sonido de calidad, según se detalla en el libro.

Lejos han quedado los años del News, el Magic Circus, el Medusas o el Continental, sitios míticos para quienes en los años 80 y 90 gozaban de bailar al compás del house, el techno y el dance.

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TROPICAL
California Dancing Club
Tlalpan 1189, San Simón.
Carlos Monsiváis frecuentó y escribió sobre este lugar. uno de los referentes obligados de la ciudad. El danzón siempre es sano para el alma.


"Hay muy pocos foros que se dediquen a promover un solo género. En realidad no ubicamos una escena, sino muchas y mezcladas entre sí.

Históricamente, la tropical ha sido la música por excelencia de la Ciudad de México. Sin embargo, descubrimos que se ha ido metiendo a círculos que antes eran impensables. Quizás sí hay áreas que no cambian su vocación sonidera, como el Peñón de los Baños —mejor conocida como La Pequeña Colombia—, ubicado en la zona oriente, o Tepito, en el Centro; pero la realidad es que hoy podemos bailar salsa en Polanco o escuchar a bandas como Sonido Gallo Negro, que mezclan electrónica con cumbia", refiere Angulo.

HIP-HOP
La Chinampa
Morelos 418, Magdalena Mixhiuca.
Los viernes se convierten en una fiesta de free-style, open mic, rap en vivo y DJ sets.


Edición Especial Música no se limita a brindar información documental o a citar lugares de interés: también se cuela en la algarabía de cada género. Incluye, por ejemplo, un reportaje sobre la tienda de Tepito que vende zapatos para bailar danzón —ubicada en el cruce de las calles de Peralvillo y Libertad—, una entrevista a Nacho Pineda —el hombre que ha estado el frente del Foro Alicia desde 1995— y una charla con Al Baik, director creativo de Nike Sportswear, quien habla sobre los tenis Air Force One que usan la mayoría de los raperos.

En el tomo de Rock & Jazz, Uili Damage, vocalista de Los Ezquisitos —banda que retomó de forma pionera la música surf en México—, lanza una declaración que raya en la polémica, y que bien podría retratar la transformación de la rebeldía musical de la ciudad: "es importante que haya punk, pero también es importante que haya reggaeton.

Tal vez haya mucho de punk en el reggaeton: es igual de odiado y rechazado que el rock and roll en sus inicios, cuando era súper contestatario, sexual y rebelde. El reggaeton es majadero porque no se ciñe a los estándares del rock o del pop, se va por su propio camino y viene del pueblo, del gueto, la grasa; de los mismos lugares donde nació el rock and roll, y está sujeto a sus mismas condenas".

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